calentador
Las persianas, montadas en el decágono son para regular la temperatura interna de la electrónica. Cada instrumento tiene un calentador.
Y después de cubrirla con un repasador, la mujer depositó en las tablas un bulto blanco, las ollas rellenas de platos, cuchillos y tenedores, ató con un piolín el calentador Primus a una pata de la mesa y, congestionada de trajinar, dijo, viendo casi todo terminado: —Que se vaya a comer a la fonda ese perro.
Roberto Arlt
Erdosain dejó su sillón, guardó el calentador, la yerba y el mate en el cajón del ropero, y entonces Hipólita le dijo: –Venga aquí...
Roberto Arlt
Porque la humanidad, principalmente la humanidad santiaguina, es esclava de un reducido grupo de hombres de perversas inclinaciones y de infinita torpeza, que se dan a sí mismos el nombre de gásfiters, y no podrá prescindir del tributo de dinero y de salud que ellos le extorsionan mientras exista el calentador automático de baño llamado cálifon, sea de tipo cilíndrico o cúbico, de níquel o de cobre, de mármol o de celuloide o de papel mascado o de...
Y juntos se encaminan para la pieza, donde, fatalmente, el que no la ocupa se recostará sobre la cama del amigo, mientras que el otro, cachazudamente, le prende fuego al calentador para preparar el agua para el mate.
Roberto Arlt
Pero he aquí que la mecánica moderna, descontentadiza siempre y aconsejada por el demonio que ya había lanzado al mundo sus primeros gásfiters, vende el calentador a gas.
Se deslizó tímidamente en la habitación de su prima; encendió el fuego; dejó allí un calentador de agua; cambió algunas palabras; fue a despertar a su tutor, y bajó a coger la leche, el pan y las demás cosas que llevaban los proveedores.
b) Se proporcionará a los clientes doble servicio de toallas y ropa de cama, excepto para estancias no superiores a tres días, así como combustible suficiente para cocina, calentador y calefacción.
Un calentador, que la gran Nanón encendía con brasas de la cocina, ayudaba a la señora y a la señorita Grandet a pasar las mañanas o las tardes más frescas del mes de abril y de octubre.
Así como ahora se invita a una persona para ir a ver una galería privada, se llamaba entonces a las relaciones para observar el calentador de gas en funciones.
¡ah! esas mujeres le han hecho fuego, repuso al mismo tiempo que aparecía Nanón provista de un calentador. Mira esta otra, dijo el señor Grandet.
Un poco más tarde, cuando la señora Margarita acercó, tirando de un cordón, el tocador de su cama (allí los muebles flotaban sobre gomas infladas, como las que los niños llevan a las playas), volcó una botella de aguardiente sobre un calentador que usaba para unos afeites y se incendió el tocador.