Cr�as
En 1.978 se descubri� en Montana, EE.UU., un nido entero de dinosaurios con sus c�scaras de hueso. Los f�siles de estos dinosaurios tan j�venes son poco comunes, y estos peque�os hadrosaurios eran incluso m�s inusuales, ya que los esqueletos, junto al nido y a las c�scaras de huevo, proporcionaron a los expertos las primeras pistas para averiguar c�mo crec�an las cr�as de dinosaurios.
Los esqueletos de los peque�os hadrosaurios que se encontraron en el nido, ente el barro, med�an 1 metro de longitud. Los huevos donde hab�an salido med�an s�lo 20 cent�metros, o sea, que las cr�as demasiado grandes para ser reci�n nacidas. Hac�a tiempo que hab�an salido del huevo, y se hab�an quedado en el nido, o cerca de �l, creciendo de los 35 cent�metros de reci�n nacido hasta un metro que med�an entonces. Permanec�an all� mientras eran peque�os.
Los huevos del nido estaban rotos en trocitos peque�os. Los expertos creen que las cr�as al moverse y dormir dentro del nido romp�an sus c�scaras. Este detalle tambi�n prueba de los peque�os se quedaban un tiempo en el nido despu�s de salir del huevo.
Al estudiar los cr�neos de los peque�os dinosaurios, los paleont�logos descubrieron que sus dientes estaban desgastados por el uso. Parece que los padres llevaban comida al nido para las cr�as, como hacen ahora los p�jaros.
Los peque�os hab�an muerto en el nido. Quiz� sus padres hab�an muerto tambi�n o les mataron, y no pudieron volver al nido a darles de comer. El instinto de las cr�as les hizo quedarse en el nido pasara lo que pasara. Aunque estuvieran hambrientas, permanecieron a la espera de sus padres. Pero �stos no volvieron y acabaron muriendo de hambre. Los paleont�logos vieron en esto un signo evidente de que algunos dinosaurios cuidaban de sus peque�os e incluso les llevaban la comida al nido.
Los paleont�logos descubrieron muchos otros nidos alrededor del primero. Toda la zona era un lugar de nidificaci�n de dinosaurios. Los expertos creen que los dinosaurios anidaban juntos para protegerse de los depredadores. En efecto, siempre quedaba alg�n adulto para vigilar a las cr�as y protegerlas de los ladrones de huevos o de los feroces dinosaurios carn�voros.
Los expertos llamaron a estos dinosaurios Maiasaura, reptil maternal, porque cuidaban de sus cr�as.
Aunque algunos dinosaurios eran muy grandes, los huevos que pon�an no alcanzaban gran tama�o. Los mayores que se han encontrado hasta el momento miden unos 30 cent�metros. Esto significa que al salir del huevo algunos dinosaurios eran muy peque�os y estaban indefensos. Las cr�as de algunas especias no eran capaces e valerse por s� mismas. Depend�an de sus pares hasta que eran capaces de valerse por s� solos.
Otros dinosaurios no cuidaban de sus peque�os. Como algunos de los reptiles actuales, abandonaban los huevos y dejaban que los peque�os nacieran solos. Una vez fuera del huevo, los peque�os dinosaurios deb�an valerse por s� mismos. Aunque muchos seguramente mor�an, algunos consegu�an sobrevivir y llegar a adultos.
Algunos dinosaurios cuidaban de sus cr�as desde que �stas sal�an del huevo. Los paleont�logos han encontrado varios esqueletos de Protoceratops adultos, j�venes y reci�n nacidos, lo que prueba que viv�an juntos en grupos de edades variadas. Los dinosaurios adultos proteg�an a los m�s peque�os.
Algunos expertos no comprenden c�mo una criatura tan enorme como un dinosaurio pod�a cuidar de sus driminutas cr�as sin pisarlas o aplastarlas. Pero el aligator, uno de los mayores reptiles de la actualidad y pariente lejano de los dinosaurios, pone gran atenci�n en el cuidado de sus cr�as.
Cuando las cr�as salen del huevo llaman a su madre con unos gru�idos agudos, y �sta acude en su ayuda. Los saca del nido y los lleva a una peque�a alberca que ha construido para ellos. Una madre aligator puede morder la pierna de un humano con sus mand�bulas enormes y sus dientes afilados como cuchillas, pero sus peque�os est�n perfectamente a salvo con ella. Sin duda los dinosaurios prodigaban los mismos cuidados a sus peque�os.
Los huevos de dinosaurio eran de tama�o peque�o. Si hubieran sido mayores, hubieran necesitado una c�scara m�s gruesa, con la consiguiente dificultad ara romperla. Los huevos de los dinosaurios de peque�o tama�o eran semejantes a huevos de gallina. Los m�s grandes que se han encontrado corresponden al Hypselosaurus y med�an hasta 30 cent�metros.
Modo de vida de los dinosaurios