1.898: El fin de un imperio
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LA GESTA DE BALER |
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"Pelearemos
hasta morir y moriremos matando" |
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ACONTECIMIENTOS CRONOLÓGICOS |
Baler fue fundado en el año 1.609 con el nombre de Kinagunasan en un emplazamiento más cercano a la costa. Esta primera fundación sería destruida completamente en 1.735 por un tifón de proporciones casi bíblicas, lo que obligó a los escasos supervivientes a reconstruir el poblado un poco más al sur de aquel primer asentamiento.
En 1.897 era un pequeño
poblado, enclavado en la provincia de Nueva Écija, de unos 2.000
habitantes situado a 232 km al este de la isla de Luzón, aislado
de la capital del archipiélago por densos e impenetrables bosques
y cadenas montañosas. |
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autoridades españolas.
Ya en aquella ocasión los mandos españoles se habían
percatado de que el único edificio cuya solidez podía ser
aprovechada para refugiarse ante una eventual insurrección y esperar
con éxito la llegada de refuerzos provenientes de Manila era la
iglesia del pueblo.
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El aislamiento de la provincia
de Nueva Écija y la imposibilidad de establecer grandes guarniciones
que garantizasen la seguridad del territorio convertía a los pequeños
destacamentos españoles en una presa apetecible por los insurrectos,
que podían conseguir eliminarlos uno a uno con suma facilidad e ir
ganando en confianza y moral, amén de conseguir nuevos adeptos para
la causa independentista. |
Para levantar el asedio y liberar a las tropas españolas se enviaron 400 soldados al mando del Comandante Génova, bien pertrechados de víveres y municiones, aunque su llegada a Baler coincidió con la firma del pacto de Biac-na-Bató y el cese del levantamiento, por lo que no tardarían en regresar a sus puntos de partida.
Pero de lo acontecido
con el destacamento del Teniente Mota no se extrajo ninguna lección.
El mando español volvería a cometer los mismos errores que
acabarían por liquidar los últimos flecos del imperio. |
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En definitiva, formaban el destacamento 1 Capitán, 2 Tenientes de Infantería, 4 Cabos, 1 Corneta, 45 Soldados además de 1 Teniente Médico y otros 3 Sanitarios ( 1 Cabo y 1 Sanitario filipinos y 1 Sanitario español ).
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En total, 57 hombres
a los que el destino había escogido para llevar a cabo una gesta
que de haber sido protagonizada por los soldados de cualquier otro país
jamás hubiera sido olvidada ni sus protagonistas relegados al olvido.
El origen de la inmensa mayoría de ellos era humilde, como el de
casi todos los españoles a los que les tocó vivir en aquella
España de finales del siglo XIX. |
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derivadas de sus respectivos oficios como piezas fundamentales para resistir tan prolongado asedio en unas condiciones durísimas, pues les permitió construir un pozo que les aseguró el suministro de agua
|
potable, un horno
en el que cocinar pan, letrinas, así como remendar los destrozados
uniformes, fabricar calzado y reparar el tejado de cinc de la iglesia
que tantas veces habían agujereado con sus disparos los insurrectos
filipinos en un vano intento de echarlo abajo. |
iglesia y hacerse fuertes en ella en espera de acontecimientos.
Junto a ellos se quedará el párroco Fray Cándido
Gómez Carreño. |
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están en un estado
pésimo. |
alimento a la guarnición en caso de necesidad, pero finalmente son dejados en libertad, cosa de la que sin duda se arrepentirían posteriormente.
DESTACAMENTO ESPAÑOL SITIADO EN BALER |
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CLASES |
NOMBRE Y APELLIDOS |
OBSERVACIONES |
Comandante Político Militar del Distrito del Príncipe |
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Capitán |
D. Enrique de las Morenas y Fossi |
Falleció del beriberi el 22 de Noviembre de 1.898 |
GUARNICIÓN DE BALER: |
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Teniente |
D. Juan Alonso Zayas |
Jefe del Destacamento. Falleció del beriberi el 18 de Octubre de 1.898 |
Teniente |
D. Saturnino Martín Cerezo |
- |
Teniente |
D. Rogelio Vigil de Quiñones |
Teniente Médico del destacamento |
Cabo |
Jesús García Quijano |
Herido en un pie al inicio del asedio |
Cabo |
José Olivares Conejero |
- |
Cabo |
José Chaves Martín |
- |
Cabo |
Vicente González Toca |
Fusilado el 1 de Junio de 1.899 |
Cabo Indígena |
Alfonso Sus Fojas |
Sanitario. Desertó el 27 de Junio de 1.898 |
Corneta |
Santos González Roncal |
- |
Soldado |
Julián Galvete Iturmendi |
Falleció por heridas de bala el 31 de Julio de 1.898 |
Soldado |
Juan Chamizo Lucas |
- |
Soldado |
Félix García Torres |
Desertó el 29 de Junio de 1.898 |
Soldado |
Felipe Herrero López |
Desertó el 27 de Junio de 1.898 |
Soldado |
José Hernández Arocha |
- |
Soldado |
Luis Cervantes Dato |
- |
Soldado |
José Lafarga Abad |
Falleció de disentería el 22 de Octubre de 1.898 |
Soldado |
Antonio Menache Sánchez |
Fusilado el 1 de Junio de 1.899 |
Soldado |
Antonio Bauza Fullana |
- |
Soldado |
Vicente Pedrosa Carballeda |
- |
Soldado |
Manuel Menor Ortega |
- |
Soldado |
Baldomero Larrode Paracuello |
Falleció del beriberi el 9 de Noviembre de 1.898 |
Soldado |
Francisco Rovira Mompó |
Falleció de disentería el 30 de Septiembre de 1.898 |
Soldado |
Domingo Castro Camarena |
- |
Soldado |
Felipe Castillo Castillo |
- |
Soldado |
Eustaquio Gopar Hernández |
- |
Soldado |
Emilio Fabregat Fabregat |
- |
Soldado |
Eufemio Sánchez Martínez |
- |
Soldado |
Francisco Real Yuste |
- |
Soldado |
José Sanz Meramendi |
Falleció del beriberi el 13 de Febrero de 1.899 |
Soldado |
Juan Fuentes Damián |
Falleció del beriberi el 8 de Noviembre de 1.898 |
Soldado |
José Pineda Turín |
Falleció en España tras su regreso |
Soldado |
José Jiménez Berro |
- |
Soldado |
Miguel Pérez Leal |
Herido de bala en la mano derecha |
Soldado |
José Alcaide Bayona |
Desertó el 8 de Mayo de 1.899 |
Soldado |
Marcos Mateo Conesa |
- |
Soldado |
José Martínez Santos |
- |
Soldado |
Loreto Gallego García |
- |
Soldado |
Jaime Caldentey Nadal |
Desertó el 3 de Agosto de 1.899 |
Soldado |
Pedro Izquierdo Arnáiz |
Falleció del beriberi el 14 de Noviembre de 1.898 |
Soldado |
Miguel Méndez expósito |
- |
Soldado |
Marcos José Petanas |
Falleció de disentería el 19 de Mayo de 1.899 |
Soldado |
Manuel Navarro León |
Falleció del beriberi el 9 de Noviembre de 1.898 |
Soldado |
Pedro Vila Gargante |
- |
Soldado |
Ramón Donat Pastor |
Falleció del beriberi el 10 de Octubre de 1.898 |
Soldado |
Pedro Planas Basagañas |
- |
Soldado |
Marcelo Adrián Obregón |
- |
Soldado |
Rafael Alonso Medero |
Falleció del beriberi el 8 de Diciembre de 1.898 |
Soldado |
Ramón Mir Brils |
- |
Soldado |
Ramón Boades Tormo |
- |
Soldado |
Gregorio Catalán Valero |
Falleció en España tras su regreso |
Soldado |
Timoteo López Larios |
- |
Soldado |
Salvador Santa María Aparicio |
Falleció por heridas de bala el 12 de Mayo de 1.898 |
Soldado |
Ramón Ripollés Cardona |
Falleció en España tras su regreso |
Soldado |
Román Lozano Lozano |
Falleció del beriberi el 25 de Octubre de 1.898 |
Sanitario Indígena |
Tomás Paladio Paredes |
Desertó el 27 de Junio de 1.898 |
Sanitario |
Bernardino Sánchez Cainzos |
- |
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Tres días después,
el 30 de junio, durante una descubierta realizada por un grupo de Cazadores,
se produce un repentino ataque de los insurrectos filipinos (que buscaba
capturar o aniquilar a la patrulla española) y que logra ser rechazada,
produciéndose un herido al ser alcanzado en un pie por un disparo
el cabo Jesús García Quijano. |
intento de resistencia de
aquel puñado de soldados españoles.
La situación del destacamento español
no es muy buena, pues tienen provisiones para pocos meses que se irán
consumiendo y pudriendo poco a poco y carecen del producto que más
abunda en el pueblo, la sal, que les hubiera permitido conservar los alimentos
de manera más eficaz, mientras que les sobra el azucar.
Una vez asegurado el suministro de agua potable con la excavación afortunada del pozo en el patio de la iglesia, proceden a construir también un horno. Pero al mismo tiempo, comienzan a producirse las primeras deserciones que vienen a agravar las penurias de los soldados españoles, al contarles a los sitiadores la situación real en la que se vive dentro de la iglesia.
Por su parte, los insurrectos, bajo el mando del coronel Calixto Villacorta, envían a los párrocos españoles López y Minaya a parlamentar con los sitiados en un intento de conseguir su rendición, pero ambos quedan retenidos por orden del Capitán Las Morenas, pese a ser "dos bocas inútiles", según manifiesta el teniente Martín Cerezo. |
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Sin embargo, y pese al lamentable estado en el que las enfermedades les van sumiendo, sobre todo el beri beri, los soldados españoles no se quedan encerrados en la iglesia, realizando varias salidas para
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destruir las trincheras
que los filipinos excavan para cercar la iglesia y quemar alguna de las
casas desde las que son hostigados. De este modo, en cierto momento dos
soldados se ofrecieron voluntarios para quemar el cuartel de la Guardia
Civil, desde el que se hostigaba impunemente la iglesia. No sólo
lograrían quemar su objetivo inicial, sino que aprovechando la
confusión creada, también prenderían fuego a algunas
casas que servían de refugio a las fuerzas insurrectas que los
sitiaban. |
Las Morenas, del teniente Zayas y de 14 soldados, mientras que 2 soldados más morirían como resultado de los disparos hechos por el enemigo, siendo enterrados en la iglesia con todos los honores.
Pero quizás una de las acciones más heróicas fue la que protagonizaron, ya muy avanzado el sitio, 14 soldados a las órdenes del cabo Olivares, elegidos porque su estado físico no estaba tan deteriorado como el del resto de sus compañeros, que realizaron una salida (la "expedición al otro mundo" la denominaron) que tuvo como resultado la desbandada de las fuerzas sitiadoras, el incendio de todo el poblado privando así a los filipinos de reductos desde los que hostigar casi impunemente a los españoles, y la renovación de la pobre dieta alimenticia a la que estaban sometidos (objetivo |
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principal de la salida) al conseguir
calabazas y otras verduras que tan
necesarias eran para mantener la salud y contrarrestar el beri-beri.
Además, esta acción les permitió abrir las puertas
para ventilar el enrarecido aire que se respiraba en el interior de la
iglesia sin verse sometidos a los disparos de los tagalos.
Esta sería
la última vez que los soldados españoles saldrían
al exterior, permaneciendo dentro de la iglesia durante el resto del sitio. |
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Tiempo hacía ya que la
guerra había acabado, sin embargo, aislados como estaban, éste
era un hecho desconocido por los sitiados. Se hace entonces cargo de la
defensa del destacamento el teniente Martín Cerezo, quien para mantener
la moral alta, obliga a la tropa a organizar periodicamente "juergas"
en la iglesia. |
en el que se encuentran.
Al mismo tiempo, comienzan a llegar parlamentarios españoles a la
zona informando a los sitiados del hecho de que Filipinas ya no pertenece
a España, extremos que no se cree Martín Cerezo, imaginando
que se trata de desertores españoles y de burdas tretas filipinas.
El capitán del Ejército
Español Olmedo Calvo es uno de esos parlamentarios. Trae un pliego
de órdenes en el que se informa de los acontecimientos que han
provocado la pérdida de las islas. Pide ver al capitán Las
Morenas, pero Martín Cerezo se lo impide, recogiendo las órdenes
él mismo y regresando a la iglesia, donde simula estar hablando
con el capitán, ya fallecido, Las Morenas. El pliégo de
órdenes decía textualmente lo siguiente: |
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Infantería D. Miguel de Olmedo Calvo. Dios guarde a Ud. muchos años. Manila, 1 de febrero de 1899. Diego de los Ríos".
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Los norteamericanos intentan
también rescatar a los españoles, enviando para ello el
buque Yorktown, aunque el desembarco de una unidad de marines se saldó
con 16 americanos muertos, por lo que desistieron del intento. |
uno de ellos conseguiría escapar de la iglesia y poner sobre aviso a los filipinos de las intenciones de huida que tenía Martín Cerezo. El día 1 de Junio de 1.899 el teniente coronel Aguilar Castañeda se presenta ante la puerta de la iglesia, instando a Martín Cerezo a cesar la lucha, pero éste no le cree tampoco, aunque acepta unos periódicos españoles que trae el parlamentario.
Mientras prepara una salida
para esa noche con la intención de llegar a la costa e intentar
atraer la atención de algún buque español. |
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sido entregados, encontrando
un dato que le hace convencerse
del fin de la guerra: una noticia que sólo podía ser conocida
por él.
Un antiguo compañero de armas, el teniente Díaz Navarro, le
había comentado que al término de la guerra solicitaría
traslado a Málaga.
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Tras reunir a la tropa y explicarles
la situación, deciden entregar la iglesia con la condición
de no ser tratados como prisioneros, pues de lo contrario continuarán
con la lucha hasta el final.
"Capitulamos porque no
tenemos víveres, pero deseamos hacerlo honrosamente. Deseamos no
quedar prisioneros de guerra y que ustedes admitan otras condiciones que
expondremos, de las que levantaremos acta. Si se han de portar con nosotros
de mala manera han de decirlo porque en este caso no nos rendiremos. |
Aceptado éste término por el responsable filipino de las tropas sitiadoras, se reunen para firmar el acuerdo de rendición del destacamento español, que previamente ha sido redactado por Martín Cerezo y que reza así:
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LEYENDA: 1. Iglesia
de Baler |
PLANO DE BALER DURANTE EL ASEDIO |
"En El Baler a los dos días de junio de 1899, el teniente comandante del destacamento español, D, Saturnino Martín Cerezo, ordenó al corneta que tocase atención y llamada, izando bandera blanca en señal de capitulación, siendo contestado acto seguido por la corneta de la columna sitiadora. Y reunidos jefes y oficiales de ambas fuerzas, transigieron en las condiciones siguientes :
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q
Primera: |
fuerzas
republicanas a donde se encuentren fuerzas españolas o lugar seguro
para poderse incorporar a ellas;
q
Cuarta:
Respetar los intereses particulares sin causar ofensa a las personas.
Y para los fines a que haya lugar, se levanta el presente acta por duplicado,
firmándola los señores siguientes:
El teniente coronel, jefe de la columna sitiadora, Simón Tecson.
El comandante Nemesio Bartolomé.
Capitán Francisto T. Ponce.
Segundo teniente, comandante de la fuerza sitiada, Saturnino Martín.
El médico Rogelio Vigil."
La rendición
de la guarnición se produce con todos los honores, y entre gritos
de "amigos" que les dirigen los que anteriormente han sido tenaces
enemigos. |
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En reconocimiento a su valentía y heroismo Emilio Aguinaldo, presidente de la recién nacida República de Filipinas, emitiría el siguiente decreto :
El 6 de julio,
y tras un sin fin de penalidades, llegaban a Manila, donde serían
grandemente agasajados.
El 29 de julio de 1.899, los supervivientes de Baler embarcaban con destino
Barcelona, en el vapor "Alicante", llegando a su destino el
1 de septiembre.
LOS SUPERVIVIENTES DE BALER (en esta foto falta el Teniente Vigil): |
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1 Saturnino Martin
Cerezo 3 Vicente Predrouzo Fernandez 5 Ramon Buades Tormo 7 Jose Jimenez Berro 9 Jose Pineda Tura 11 Eufemio Sanchez Martinez 13 Timoteo Lopez Larios 15 Francisco Real Yuste 17 Juan Chamizo Lucas 19 Marcelo Adrian Obregon 21 Antonio Bauza Fullana 23 Eustaquio Gopar Hernande 25 Miguel Perez Leal 27 Emilio Fabregat Fabregat 29 Bernardino Sanchez Cainzos 31 Pedro Vila Gargante |
2 Gregorio Catalan
Valero 4 Loreto Gallego Garcia 6 Miguel Mendez Exposito 8 Felipe Castillo Castillo 10 Jose Martinez Souto 12 Ramon Ripolles Cardona 14 Pedro Planas Basagañas 16 Luis Cervantes Dato 18 Manual Menor Ortega 20 Marcos Mateo Conesa 22 Jose Hernandez Arocha 24 Santos Gonzalez Roncal 26 Jose Olivares Conejero 28 Jesus García Quijano 30 Domingo Castro Camarena 32 Ramon Mir Brils |
Los restos de los 17 soldados españoles que fueron enterrados en la iglesia, así como los del párroco Gómez Carreño, serían exhumados el 9 de Noviembre de 1.903 por el fraile López y traidos a España ese mismo año a bordo del Isla de Panay, no siendo muy difícil su localización debido a que Martín Cerezo dejó un PLANO detallado con la ubicación de las tumbas donde reposaban los soldados.
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Con la llegada de los americanos a las Filipinas, no tardaron los nativos de las mismas en darse cuenta de que no sólo no habrían de obtener la tan ansiada independencia sino que los nuevos amos eran más intransigentes y habían llegado para quedarse.
No tardó, pues, en sucederse una nueva guerra, esta vez entre americanos y filipinos. La nueva guarnición que los americanos habían dejado en Baler se vió obligada a intentar emular la gesta de los españoles fortificándose en la iglesia, una vez más por razones obvias: la solidez de sus muros. Pero al cabo de unas semanas de sitio, debieron capitular.
PLACA
CONMEMORATIVA EXISTENTE EN LA FACHADA |
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En 1.935 D. José
Martínez Ruiz, alias "Azorín", prologaba la 4ª
edición del libro de Saturnino Martín Cerezo, "El Sitio
de Baler", haciéndolo en los siguientes términos:
"...En
Luzón, a ciento ochenta kilómetros de Manila, se estaba escribiendo la
página más brillante que desde Numancia, sí, desde Numancia, ha escrito
el heroísmo español. Cosas muy admirables se han visto en la guerra europea;
no se ha visto ninguna superior a la defensa de Baler.
Enrique de las Morenas, Juan Alonso y Saturnino Martín Cerezo, jefes del
destacamento sitiado, son nombres que, con los de los muchachos acaudillados
por ellos, pueden citarse junto a los más preclaros...
...La capitulación se hizo con todos los honores, los máximos honores,
para los sitiados. Treinta y dos soldados fueron los que quedaron. ¿Qué
nación en Europa puede mostrar ejemplo de tal heroísmo?".