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"¡Guapo, tío bueno, no a la guerra!". Javier Bardem era piropeado en el Paseo del Prado cuando se dirigía hacia la cabecera de la manifestación veinte minutos antes de la hora fijada para su comienzo.

"Aznar, capullo, la guerra para los tuyos"; el presidente del gobierno de España recibía también poco después su particular homenaje. El pueblo de Madrid, el pueblo de Barcelona, los ciudadanos de toda España han manifestado claramente su oposición a un ataque contra Irak.

Y ya no hablan los políticos, señor Aznar; ya no son sólo los hombres y mujeres del cine, señor Aznar; ya son los ciudadanos de a pie, los que pagan los impuestos y por lo tanto sostienen al Estado, los que votan, los que en muchos casos le votan también a usted.

La gente, los españoles, la opinión pública le está pidiendo que la comprenda, que la respete, que la atienda. Usted aseguraba el otro día que tenía sus motivos para estar junto a Bush, sus conciudadanos le han gritado que ellos también tienen los suyos para estar contra la guerra. Reflexione y aproveche el margen que aún tiene para escucharles, póngase junto a su pueblo. Rectifique, señor Aznar. ¡No a la guerra!

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Gumersindo Lafuente es director de elmundo.es