Extraños y mutilados - De Chalaca | Futbol para el que la conoce

La huelga del Safap, en noviembre de 2003, trajo orden, pero también puso de cabeza las estructuras del fútbol peruano. Descabezó, también, las mentes dirigenciales, que obligaron a disputar dos fechas con juveniles (la mitad de partidos se jugó y la otra mitad no) y, en el verano de 2004, concluir con varios inventos: una final (entre Alianza Lima y Sporting Cristal), una preliguilla (entre Unión Huaral y Cienciano) y un cuadrangular en Lima por el último cupo a la Copa Libertadores. Para rematar, Sport Boys, declarándose víctima de un despojo (alegaba haber quedado tercero en el acumulado, lo cual le daba la clasificación a la Copa, tras disputar las fechas con juveniles; antes de dichas fechas, Bolognesi ocupaba aquel puesto), se negó a disputar esta última instancia y lanzó una camiseta alternativa de color negro. La parodia quedó perfecta: el torneo quedó bautizado e inmortalizado como el “Cuadrangular de Tres”.

El arranque fue el 29 de enero de 2004, con victoria de Alianza Atlético por 1-0 sobre Bolognesi. En las jornadas siguientes, Cienciano, flamante campeón de la Sudamericana 2003, selló su clasificación a la Libertadores tras derrotar a churres (1-0) y tacneños (2-0).

En 1927 también quedaron varios encuentros en el limbo, pero esta vez no hubo sanción. Más bien, la Primera División incorporó a once nuevos participantes para el año siguiente, uno de los cuales fue la Federación Universitaria (futuro Universitario de Deportes).

En 1935 tampoco se completaron todos los partidos. Sport Boys fue proclamado campeón tras ganar los cuatro choques que disputó y dado que ninguno de sus escoltas hubiera podido alcanzarlo.

Otros torneos quedaron también en un largo stand by. En el primer semestre de 1982, mientras la selección de ‘Tim’ se preparaba para el mundial de España, se jugó un torneo regional que iba a tener carácter oficial. Luego, la FPF decretó que no tendría valor y, en consecuencia, varios partidos quedaron incompletos. Sporting Cristal, ganador de aquel certamen, no obtuvo beneficio alguno con su consagración.

En aquel 1982, ya en el hexagonal por el descenso, León y Atlético Chalaco acordaron no presentarse a jugar su encuentro de la penúltima fecha en Huánuco, ya que ambos ya estaban matemáticamente salvados.

Tres años antes, en 1979, se jugó un triangular por el descenso en Lima, entre León, CNI y La Palma. León, en protesta por un mal arbitraje de José ‘Paquirri’ Ramírez en su derrota ante los huachanos (2-0), se negó a presentarse contra los loretanos y perdió la categoría.

En 1995 se iban a disputar dos octogonales: uno entre los ocho primeros de la fase regular (por el título y la clasificación a la Copa Libertadores) y otro entre los ocho últimos (por el descenso). Al final, se decidió solo disputar el primero de ellos y los ocho equipos peor posicionados quedaron inactivos desde mediados de octubre hasta marzo del año siguiente.

En 2003, el embrollo no solo obedeció a las fechas 16 y 17, jugadas con juveniles. Debido a la huelga, nunca llegó a jugarse el Cienciano-Atlético Universidad, pendiente de la fecha 9 del Clausura. Este encuentro fue la excusa para que Cienciano (campeón de la Sudamericana 2003, con el gancho comercial que esto significaba) jugara el repechaje previo contra Huaral, pues tenía un punto menos que los huaralinos, pero también un partido menos.

Hubo, además, equipos que no llegaron a concluir los torneos. En 1929, Alianza Lima fue descalificado en plena competencia por la FPF, por negarse a jugar un cuadrangular pro-fondos de esta entidad. Hubo, asimismo, deserciones voluntarias. Pueden enumerarse la de Círcolo Sportivo Italiano en 1934, Deportivo Pucallpa en 1988, Atlético Belén en 1990, Deportivo Comercio de Moyobamba en 1991 y Grau/Estudiantes en 2004. Los cinco se fueron al descenso perdiendo sus últimos encuentros por walkover.

También a nivel internacional, en una ocasión, los clubes peruanos dejaron las cosas a medio andar. En la Libertadores de 1985, dado que El Nacional de Quito ya había asegurado su clasificación a la segunda ronda, Universitario y Sport Boys acordaron con el 9 de Octubre de Guayaquil (y con aval de la CSF) no disputar los partidos de la última fecha en Lima, ya que resultaban intrascendentes.