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Capece Federico

  • ️Thu Jun 11 2015

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Federico Martín Capece
Comenzar un post señalando que el jugador en cuestión jugó con Marco Polo, es quizás la mejor anécdota que se puede contar para catalogarlo como baldosero, pero más aún si se trata de una de las primeras «apuestas» del Fondo de Inversión de Boca Juniors con Mauricio Macri a la cabeza.
Lo cierto es que Federico había jugado como volante de contención en All Boys junto con Bartelt y Juan Barbas y luego había pasado a Almirante Brown. Para 1996, el visionario ingeniero que conduce aún hoy al xeneize pagó un total de 174.933 dólares por el préstamo sin cargo y con opción de compra hasta el 30 de junio 1999, todo ello, sin el registro de la comisión directiva.
Para ese mismo campeonato, cayeron también Cáceres, Pineda, Gamboa, Abbondanzieri, Latorre, Guerra, Rambert, Andrizzi, Pompei, Carrario, Cagna, Dollberg, Lorenzo, Toresani, Guzmán, Cedrés y Sava. Y con ellos un grupo grande de juveniles como Navas, Rey, Riquelme, Ruiz, Gatti, Lemes y Atala.
Integró el plantel profesional, pero sus rendimientos como para llegar a participar al menos de un banco de suplentes no fueron suficientes. Tal es así que para 1997 fue cedido a préstamo a Atlanta junto a Mauricio Giganti, en dónde tampoco jugó pero al menos compartió plantel con Cardinal, Giraudo, Trapasso, Echazú, Marangoni, Pooli, Alarcón, Módica, Scolari, Couceiro y el Sapo Cuartas.
En 1998 retornó a Boca y un tema judicial salpicó su nombre y el de tantos otros. La cuestión contractual se puso en tela de juicio, ya que Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil hizo correr el riesgo de desaparición del mencionado Fondo, y con ello el club debía liquidar a los jugadores que le pertenecían y desmantelar su plantel. Además de él, corrieron el peligro de alejarse de la institución: Palermo, los mellizos Barros Schelotto, Samuel, Muñoz, La Paglia, Ibarra, Ruiz y Andrizzi. Claro, tratándose de un club tan importante y de un poderoso empresario, el caso quedó archivado.
En el 2000 y a pesar de ser llevado a la pretemporada por Bianchi, fue dejado libre y el Club Boca Juniors como institución social debió abonarle al fondo de inversión los 174.993 dólares de los derechos federativos. Una bochornosa desprolijidad, porque a su vez el fondo procedió a evaluar si existieron daños y perjuicios sobre su patrimonio por esa circunstancia.
Inmeditamanete se vinculó a Tigre (2000-2001) dónde fue dirigido por Juan Carlos Kopriva. En ese club compartió más tristezas que alegrías con los eternos Orfila y Dundo, Daniel Islas, Flotta, Di Benedetto, Frangipane y Barclay.
Pero cansado del «manoseo» y con pasaporte italiano en mano partió rumbo a Europa con dos argentinos más: Mauro Giliberti y Matías Pacífico. Los tres fueron contratados por el Multideporte Peralta (2002), recién ascendido a la Segunda B (tercera división).
A su llegada al club sorprendió afirmando que «estoy contento en este equipo, ya que nos recibieron muy bien. Hay un grupo muy bueno de jugadores, lo mismo que de dirigentes, que son gente muy seria. El fútbol es más lento que en Argentina, pero los entrenamientos sirven para que uno, si es buen jugador, se adapte al sistema que sea. Y creo que estoy respondiendo. Es un conjunto lindo y muy majo, como dicen acá«. Meses más tarde, el trío fue dado de baja por decisión técnica de los dirigentes.
Se desconoce lo sucedido en su trayectoria a partir de allí, pero en el 2005 apareció defendiendo los colores del siempre protagonista Gallipolli de Italia en la C-2, donde como se mencionó antes, jugó con Marco Polo.

Cucu