progresivamente.org

Home - ProgresivaMente

  • ️@ProgresaLatam

Los espacios políticos progresistas de la región necesitan adueñarse del mañana. Es el mandato de la memoria emancipadora. El presente nos obliga a un nuevo impulso del hacer y el pensar ante la urgencia que representa el avance de la derecha conservadora. El retroceso de los importantes logros conseguidos en la primera década del siglo en varios de nuestros países y el asedio sobre los que aún resisten, son parte del día a día regional. El ecosistema mediático empuja instalando como sentido común cultural y político la discriminación social, la meritocracia egoísta, la democracia como procedimiento y la globalización financiera como imperativo. En el intento de convertir el progresismo en un objeto de nostalgia -fruto de imaginarios autocomplacientes- colabora la conformación geopolítica continental y sus nuevos modos de intervención.

Sin embargo, indicadores poco publicitados o distorsionadamente exhibidos también son parte de nuestro presente y alientan la tarea. El enorme triunfo de Andrés Manuel López Obrador en Mexico, la renovación de mandatos en Bolivia y Uruguay, el crecimiento de las fuerzas progresistas en Colombia así como la crisis del Gobierno argentino de Mauricio Macri abren importantes expectativas. De igual modo, los movimientos sociales y organizaciones de trabajadores aún muestran su vigor, junto al nuevo protagonismo de la mujer en exponencial crecimiento y al surgimiento de innovadores medios de comunicación alternativos que horizontalizan las relaciones y quiebran viejas hegemonías comunicacionales.

El presente es intempestivo y por ello nos interpela e impulsa. El progresismo necesita encontrarse, en primer lugar en el “cara a cara” de sus referentes y juntos en un programa de pensamiento y acción ante los desafíos de presente. La convocatoria que proponemos tiene por objetivo volver a adueñarnos del mañana, volver a preguntarnos ¿qué hacer?, aún cuando el agobio muchas veces indica el desasosiego.

Cotejar pensamientos y diagnósticos, modos organizativos y de persuasión, modelos de transmisión y solidaridad horizontal son una demanda de la realidad política, económica y social de nuestros pueblos. No hacerlo es condenar nuestra memoria a simples recuerdos y la resistencia a una simple reacción funcional y conservadora. Necesitamos liderar el mañana y poder quebrar con el pesimismo que la historia es el proyecto involuntario en el que simplemente trascurrimos.