Mensajero Diocesano
HACIA EL 48°
CONGRESO
EUCARISTICO INTERNACIONAL
1. Año de la Eucaristía
2. Introducción
3. Datos Generales
4. El texto base
5. Primeros pasos en Guadalajara
6. Primera Reunión en Roma
7. Primera Reunión de Delegados Diocesanos
8. Avances en la organización
9. Segunda reunión de Delegados
10. Primeros pasos en nuestra diócesis
11. Luces y sombras del mundo actual.
12. Nuestro Año de la Eucaristía (I)
13. Nuestro Año de la Eucaristía (II)
14. Nuestro Año de la Eucaristía (III)
15. Qué es un Congreso Eucarístico
16. Eucaristía, centro del Congreso Eucarístico.
17. Cómo se prepara un Congreso Eucarístico.
18. La obra social del Congreso Eucarístico.
19. Celebración de un Congreso Eucarístico.
20. Actividad social de un Congreso Eucarístico.
21. Proyección de un Congreso Eucarístico.
22. Historia de los Congresos Eucarísticos
(I)
23. Historia de los Congresos Eucarísticos
(II) Antecedentes
24. Historia de los Congresos Eucarísticos
(III) Primer Congreso
25. Historia de los Congresos Eucarísticos
(IV) Primera etapa: Gran Corpus de las Socidades Eucarísticas
26. Historia de los Congresos Eucarísticos
(V) Segunda etapa: Momento culmen de los conrsos.
27. Historia de los Congresos Eucarísticos
(VI) Tercera etapa: Una estación de la Iglesia y un gesto
de comunión.
28. Los Congresos Eucarísticos en México.
(I)
29. Los Congresos Eucarísticos en México.
(II)
AÑO
DE LA EUCARISTIA.
CON LA SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y SANGRE DE
CRISTO
INICIA EL AÑO DE LA EUCARISTIA
Durante un año hemos intentado acercarnos a la Santidad
de Dios para mejorar nuestra participación en ella. La Eucaristía
es el medio imprescindible para nuestra santificación, por
la presencia de la fuente de toda santidad. La santidad y la Eucaristía
no son dos realidades distintas, sino que existe una continuidad
progresiva.
Por eso, no clausuramos el Año de la Santidad, sino hacemos
una celebración de paso o tránsito del Año
de la Santidad al Año de la Eucaristía. Del mismo
modo en que durante la preparación del Gran Jubileo pasamos
del Año de Jesucristo al del Padre y al del Espíritu
Santo, sin que significara que la Persona anterior se hacía
a un lado, sino que avanzábamos en la relación y comprensión
de su acción.
Celebraremos el Año de la Eucaristía a partir de
la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (jueves 19 de junio
del 2003) para terminarlo en la fiesta de Cristo Rey (domingo de
noviembre del 2004). Dentro del año se encierra la celebración
del 48° Congreso Eucarístico Internacional, con su preparación
catequística y el Congreso Eucarístico Diocesano.
Pretendemos dar dimensión eucarística a todas las actividades pastorales, para descubrir y hacer operativa la centralidad de la Eucaristía en la vida diocesana y parroquial, e iniciar una pastoral eucarística permanente.
El Papa Juan Pablo II decidió la Sede del 48° Congreso
Eucarístico Internacional, cuando dijo: "Que sea México,
en Guadalajara". Todos nos sentiremos anfitriones de toda la
cristiandad, y todos debemos estar interesados en la preparación.
Un Congreso Eucarístico Internacional es una estación
de toda la Iglesia en torno a la Eucaristía, para impulsar
la implantación del reinado social de Cristo en el mundo.
Es la culminación de un proceso: primero en el nivel diocesano,
y luego en el nacional.
Pretende impulsar la auténtica devoción eucarística
y su dimensión social. Es decir, la salvación de la
sociedad por medio de la Eucaristía. Es un momento de gracia,
que refuerza la identidad católica, haciéndonos testigos
entusiastas de la presencia amorosa del Señor.
En los Congresos Eucarísticos, cada Sede se convierte en
convergencia de todas las Iglesias particulares, convirtiéndose
en el centro espiritual del mundo. Para expresar la fe católica
en el Misterio eucarístico, y dar expresión social
al amor.
Hay muchos eventos mundanos que convocan multitudes y centran los
medios de comunicación: campeonato mundial de fútbol,
entrega de óscares, conciertos de grupos musicales. Como
en las Misas papales, haremos que la Eucaristía esté
en el centro y a la vista de todos.
Las asociaciones eucarísticas están en crisis; la
adoración perpetua ha disminuido debido a la situación
de inseguridad social; decae la participación en Misa dominical;
crecen las profanaciones a templos y sagrarios; se ignora hasta
lo elemental de la Eucaristía; la Primera Comunión
se hace por mera costumbre social; las nuevas generaciones están
muy deficientes en su devoción eucarística; no se
ve su relación con los problemas sociales que vivimos; la
Eucaristía no es el quicio sobre el cual gire toda nuestra
vida cristiana.
Eso nos hace sentir la necesidad de Congresos Eucarísticos diocesanos y nacionales, que impulsen la auténtica devoción eucarística y su dimensión social.
Tema: La Eucaristía, luz y vida del nuevo
milenio.
Textos bíblicos que fundamentan el tema: “En
El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres... La Palabra
era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este
mundo... La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la vencieron”
(Juan 1,4.9.5). “Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre”
(Hebreos 13,8). “Yo estaré con ustedes todos los días
hasta el fin del mundo” (Mateo 28,20). “¡Remen mar
adentro, y echen las redes para pescar!” (Lucas 5,4).
Fecha: 10-17 octubre del 2004.
País Sede: México (designado por el
Papa).
Lugar: Guadalajara, Jal., tierra de mártires
y fuerte centro religioso.
Sede central: Centro de Exposiciones “Expo-Guadalajara”.
Otros lugares: Templos de adoración perpetua:
algunos templos significativos. Templos para celebraciones y teletransmisión
de Ponencias por grupos lingüísticos. En todas las parroquias
de Guadalajara habrá celebraciones y transmisión de
Ponencias.
Participantes:
a) Simposio Internacional (6-8 oct): 2,000 clérigos, teólogos
y profesionistas. Auditorio de la UNIVA
c) Congresistas en la Expo: acreditados; por la tarde van a parroquias.
15,000 participantes (10-17 oct).
d) Congresistas en las parroquias. Transmisión de Ponencias
por circuito cerrado de televisión y traducción simultánea;
y celebraciones. 100,000 personas.
e) Actos multitudinarios abiertos a todos.
Objetivos (TB 5):
- Glorificar a Jesucristo, venerándolo públicamente
con vínculos de caridad y de unidad.
- Manifestar nuestra fe en la presencia eucarística.
- Profundizar en algunos aspectos de este Misterio.
- Resaltar su centralidad en la vida y misión de la Iglesia
en el mundo contemporáneo.
- Asumir nuevos compromisos en relación con la evangelización.
El Texto Base del Congreso fue elaborado conforme a los pasos del
método contemplativo: Inicia con una invitación a
la contemplación del rostro de Cristo en la Eucaristía
(capítulo I); luego vuelve la mirada hacia la situación
que vive la humanidad, con sus luces y sombras (capítulo
II); y finalmente toca los aspectos principales del Misterio Eucarístico,
como desafíos para nuestra acción pastoral. Detallémoslo:
I. Queremos ver tu rostro, Señor. La presencia real
de Cristo en el Misterio Eucarístico.
Contempladores de Cristo Eucaristía: “Queremos ver
a Jesús” (Juan 12,21), como los apóstoles (1
Juan 1,3); ver el rostro del Padre (Juan 1,18; NMI 24); rostro de
Cristo crucificado (NMI 25) y resucitado (NMI 28).
Creemos en la presencia real de Cristo en la Eucaristía
(CATIC 1333, 1373-1376; Juan 6,51-68).
“Los discípulos se alegraron de ver al Señor”
(Juan 20,20): el itinerario del Espíritu. No basta ver y
tocar (como los de Emaús o Tomás: Lucas 24,13-35;
Juan 20,24-29); es necesaria una gracia del Espíritu Santo
(como a Pedro para confesar la divinidad de Jesús: Mateo
16,16-17), en una experiencia de silencio (NMI 20).
“Señor, busco tu rostro” (Salmo 27,8): el rostro
eucarístico de Jesús. Al hacer brillar su rostro sobre
nosotros (Salmo 67,2), revela el auténtico rostro del hombre
(NMI 23). La Esposa contempla en El su tesoro (NMI 28).
II. “La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas
no la vencieron” (Juan 1,5). Luces y sombras del mundo actual.
III. La Eucaristía, luz y vida del nuevo milenio.
La Eucaristía, cumbre y fuente de la vida cristiana (LG 11).
1. La Eucaristía acompaña nuestra peregrinación.
- Sacrificio de la Nueva Alianza (SC 47), prefigurado en AT, que
asocia el sacrificio de la Iglesia (CATIC 1365-1368), memorial de
la Pascua (CATIC 1362).
- Pan que transforma. Anunciado en AT, es banquete del peregrino,
para la vida eterna (Juan 6,49-51.57-58).
2. La Eucaristía, misterio de comunión y centro de
la vida de la Iglesia. Misterio de unidad y comunión (1 Corintios
10,17; Juan 17,20-23; Hechos 2,42-47; RH 20), centro de la Iglesia
local (LG 26; PO 5-6), fuente de ecumenismo (UR 15,22,11).
3. La Eucaristía, exigencia de compartir. Escuela de amor
(1 Juan 2,9; Santiago 2,1-13), de comunicación de bienes,
acogida fraterna y solidaridad.
4. Jesucristo evangelizador y la Eucaristía, fuente de la
evangelización. Incorpora, como los demás sacramentos,
a Cristo y a la Iglesia. Desencadena evangelización (NMI
36), ser vida para el mundo (1 Corintios 11,17-34). Santificar el
domingo (NMI 36).
5. María, “madre del verdaderísimo Dios por
quien se vive”. En el signo de Guadalupe continúa María
intercediendo con nosotros el Pentecostés. María,
“estrella de la evangelización” (EiA 11).
Plegaria a Jesucristo Eucaristía.
PRIMEROS PASOS
EN GUADALAJARA:
- Se hizo el Proyecto general y se formó el Comité
local de Guadalajara.
- Se formaron las Comisiones (teología, logística,
liturgia, sedes, relaciones internacionales, vida consagrada, difusión,
informática, hospedaje-transporte, comunicación, salud,
relación con el Estado, cultura, finanzas).
- Elaboración del Texto base, con las correcciones del Pontificio
Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales.
Se editó en folleto, en CD para Power Point, y se halla en
Internet.
- Elaboración de material de promoción turística:
video, CD, carpeta.
- Publicación de 12 cuadernos de temas para la evangelización
preparatoria (guía de estudio del texto base, familia, organismos-movimientos-asociaciones
laicales, sacerdotes, religiosos, pueblo, liturgia, catequesis de
adultos, jóvenes, adolescentes, pastoral social), siguiendo
el método contemplativo.
- Elaboración de Subsidios para la propaganda, preparación
y celebración del Congreso: estampas con la oración,
mantas, tazas, pinc, playeras, etc.
PRIMERA REUNION
EN ROMA:
Del 5-7 de noviembre del 2002 se celebró la Asamblea Plenaria
de la Pontificia Comisión para los Congresos Eucarísticos
Internacionales, en la Domus Internationalis Paulus VI, cerca de
Piazza Navona, en Roma. Asistieron representantes de 51 episcopados
de los 5 continentes.
Actos:
- Ponencia de Card. Juan Sandoval: “La Eucaristía, Luz
y Vida del Nuevo Milenio”.
- Ponencia del P. Jesús Castellano Cervera OCD: “La
Eucaristía en la Iglesia universal y en las Iglesias particulares”.
- Presentación del proyecto general por el Comité
local de Guadalajara, usando los medios técnicos modernos.
Acuerdos:
- Proponer Quebec al Papa como la siguiente sede.
- Pedir al Papa una Carta Encíclica sobre la Eucaristía.
- Organizar una pastoral eucarística permanente: catequesis
en todos los niveles, domingo, adoración, relación
a María y a la Reconciliación, Comisión Episcopal
para el caso.
PRIMERA REUNION
DE DELEGADOS DIOCESANOS:
Del 26 al 27 de noviembre, en la Casa de Ejercicios de Guadalajara
se celebró la I reunión nacional de delegados diocesanos
para el Congreso Eucarístico. Asistieron representantes de
59 diócesis (de las 86 circunscripciones eclesiásticas
que hay). El primer día presidieron: Card. Juan Sandoval
y Monseñores Emilio Berlie, José María De la
Torre, y José Trinidad González.
Actos:
- Ponencia de Mons. Emilio Berlie: “La Eucaristía, fuente
de la espiritualidad sacerdotal” (impulso a la conversión,
comunión, solidaridad, misión y santidad).
- Presentación tecno-visual del proyecto, por el Comité
local, dirigido por el P. Abel Castillo.
- Ponencia del P. Menéndez: “Los Congresos Eucarísticos
Internacionales”.
- Presentación del Texto Base por Mons. J. Trinidad González,
ayudado del Power Point.
- Presentación de los subsidios por el P. Toño.
- Dos Celebraciones Eucarísticas: el 26 presidió Card.
Sandoval, el 27 Mons. José María De la Torre.
Acuerdos:
- Que se note unidad nacional, estar caminando todos en la misma
dirección, como se hizo para el Gran Jubileo, pero ahora
teniendo como centro la Eucaristía. Crear interés
en los medios de comunicación, usar la oración impresa
en estampas, colocar los carteles, impartir los temas, etc.
- El 2003 es para evangelización, no para celebraciones.
Los subsidios son mera propuesta. No se necesitan derechos para
uso de las diócesis, se registraron los derechos sólo
para cuando se trata de comercialización. El segundo año
(2004) sí es para la celebración de los Congresos
diocesanos.
- La piedad eucarística rebasa los límites de un Congreso.
Aprovechar los movimientos que convocan, las comunidades con carisma
eucarístico, y las actividades y eventos que tienen ese cariz:
organización del domingo, adoradores, vela perpetua, jubileo
circular, comunión a los enfermos, viernes primeros, Horas
Santas, Corpus, etc.
- Convocar Concurso de músicos para el Himno.
- Hacer otras dos reuniones nacionales. Organizar estudio de materiales
y proyectos por Regiones.
- Otras iniciativas: un Directorio de Movimientos Eucarísticos;
un Cantoral eucarístico; rescatar los materiales del II Congreso.
1) Después de la primera reunión de delegados:
- Formación de equipos en las diócesis.
- Estudio del Texto base.
- Venta de materiales.
- Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II “Ecclesia de
Eucharistia” del jueves santo, 17 de abril del 2003.
- El Comité local prepara lugares, permisos, detalla las
modalidades de participación, costos, programas; se comunica
con los expositores de las Ponencias Magistrales, de los 5 continentes,
incluyendo ecumenismo, en varias lenguas.
- Concurso del Himno.
2) Asamblea Plenaria de la CEM:
En la 75° Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Mexicana
(28 abril - 3 mayo), Mons. Juan Sandoval tuvo una intervención
sobre el Congreso Eucarístico, con los siguientes puntos:
- La Sede es México, por elección del Papa, concretizada
en Guadalajara. Es un evento nacional.
- Se formará un Comité Nacional, no sólo para
el 48° Congreso, sino permanente, para el culto eucarístico.
- Cada diócesis trabaja en su preparación en varios
frentes: catequesis eucarística, celebración digna,
dimensión social de la Eucaristía (compartir y formar
comunidad).
- Con motivo del Corpus 2003, Card. Sandoval enviará carta
a todos los obispos, pidiendo una colecta, que se aporte para la
obra social.
- La obra social, signo de la proyección eucarística
del Congreso, será la Fundación “José
Garibi Rivera” para ayuda de proyectos de autoempleo y autofinanciamiento.
- A partir de junio saldrá un Boletín mensual informativo.
- Cada diócesis organizará una colecta, en el mes
que el obispo decidió, y el sacerdote comisionado por él
para las finanzas hará llegar el monto.
- Se pidió que en cada templo se coloque una alcancía,
que sirva de motivación para que la gente sienta el Congreso
como suyo; se destina la mitad para el culto del Santísimo
del templo y la otra mitad para el Congreso.
- Formar un Comité diocesano para obtener recursos entre
los pudientes.
Del 6 al 7 de mayo del 2003 en Guadalajara, en la Casa que era
de las Madres Reparadoras, con la participación de 70 personas
(sacerdotes, 2 religiosas, un diácono casado y 2 laicos)
de 39 diócesis, se realizó la II reunión nacional
de delegados diocesanos para el 48° Congreso Eucarístico
Internacional. El primer día sólo estuvo un rato el
P. Jorge Meléndez, pues había una reunión plenaria
del Comité local y todas las comisiones en la Expo-Guadalajara.
Actos:
- Ponencia “La Eucaristía hace la Iglesia y la Iglesia
hace la Eucaristía”, por el RP. Juan Gutiérrez
MSpS.
- Ponencia “Ser y quehacer de la Adoración Nocturna
Mexicana” por su director nacional RP Victor García
MSpS.
- Intercambio por equipos sobre el trabajo en las diócesis:
proyectos y dificultades.
- Ponencia: “La Eucaristía, centro de la acción
pastoral de la diócesis”, por Mons. Emilio Berlie.
- Informe de avances y respuesta a dudas por el P. José Abel
Castillo.
- Ponencia: “La Eucaristía en los escritos de Concepción
Cabrera de Armida” por el RP Juan Gutiérrez.
- Dos celebraciones eucarísticas: el día 6 preside
Mons. Berlie, y el 7 Card. Sandoval.
Acuerdos:
- La Eucaristía tiene las dimensiones de: integración,
comunión y convergencia.
- Es tiempo de ir trabajando los subsidios por niveles. Guadalajara
ofrece comentarios al Texto Base, pero cada diócesis puede
elaborarlos.
- De acuerdo con la Vicaría de Pastoral diocesana, ir calendarizando
los Congresos, con el fin de que se integren en un proceso, no se
empalmen ni choquen con otras actividades.
- Leer y difundir la Encíclica “Ecclesia de Eucharistia”.
Sale del corazón del Papa. Habrá una Mesa-Panel en
la próxima reunión, por parte de la Comisión
Teológica del Congreso.
- El Secretario ejecutivo hará llegar a los Delegados las
conclusiones de las mesas redondas, para entusiasmar a los sacerdotes,
informar a los obispos, y realizar los trabajos de preparación.
- La próxima será del 18 al 19 de noviembre en el
mismo lugar.
- No desaprovechar los Ejercicios Espirituales de religiosos y de
sacerdotes, ni dejar de actuar en los colegios católicos.
- De “El Semanario” de Guadalajara se pone a disposición
un Cronograma en 6 etapas, y un programa de Fiestas Patronales centradas
en la Eucaristía.
- Cada adorador consiga otro en un año: dicen los Estatutos.
- Se ofreció CD y caset de 12 canciones eucarísticas
del concurso, grabado por las 8 Congregaciones de la Cruz, con descuentos
en mayoreo.
PRIMEROS PASOS
EN NUESTRA DIOCESIS:
- Designación del P. Fernando Varela como enlace del Congreso
en la programación del Equipo Diocesano de Pastoral Litúrgica.
- Nombramiento del P. Francisco Escobar como delegado diocesano
para el 48° Congreso Eucarístico Internacional, por el
señor obispo, el 14 de noviembre del 2002.
- Participación en la reunión nacional de delegados
el 25-26 de noviembre.
- Entrega de Folletos a los asesores de equipos para la evangelización
sobre la Eucaristía.
- Presentación del proyecto al Consejo Presbiteral el 18
de diciembre del 2002.
Acuerdos:
- No conviene distraernos con eventos fuera de un proceso. El Año
Pastoral 2003-2004 es Año de la Eucaristía. Entonces
iniciarán los preparativos del Congreso Eucarístico.
- La Eucaristía será el tema de la evangelización
en los Cursos de verano, la Semana de la Familia, las semanas de
adolescentes y jóvenes, el estudio de los presbíteros
y religiosos, la evangelización de Posadas y los Ejercicios
Espirituales.
- Formación de un Equipo para el Congreso Eucarístico.
- Propuesta de iniciar el Año de la Eucaristía en
la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (19 de junio del
2003).
- Retiros sacerdotales o de agentes con tema eucarístico
a partir de junio, en el Suplemento EDPIP del BDP.
- Espacio para el Congreso Eucarístico diocesano: Tiempo
Pascual del 2004.
- Vivamos la Eucaristía, no como un momento esporádico,
ni como una carga de trabajo, sino como el centro impulsor de nuestra
vida personal y comunitaria. Es la experiencia espiritual y eclesial
del hoy salvifico de la Pascua, que mantiene viva la espera del
Esposo.
LUCES Y SOMBRAS
DEL MUNDO ACTUAL
Del Texto Base presentamos una síntesis.
Luces:
- Aumento de católicos, florecimiento de movimientos eclesiales
y vida espiritual, aumento de vocaciones consagradas.
- Defensa de la dignidad y derechos humanos, caída de los
totalitarismos ateos, progreso de las democracias, multitud de santos
y mártires.
- Búsqueda de la verdad, sobre todo por los jóvenes,
centinelas de la mañana.
- Conciencia del valor de la vida humana; crecimiento de la cultura
de la vida; aprecio a los hijos como don de Dios; centros de ayuda
a los más débiles.
- El progreso al servicio de la persona y el bien común,
aversión a la pena de muerte y a la guerra, respeto a la
naturaleza.
Sombras:
- Globalización ambivalente, sistemas económicos inhumanos,
empobrecimiento contrastando con minorías riquisimas.
- Oscurecimiento de la conciencia moral, incapacidad de amar, terrorismo,
violencia, desinterés de la verdad, desunión de las
familias, vida sin sentido, aborto, desempleo.
- Discriminaciones, desigualdades entre grupos, afán ilimitado
de riqueza y poder, inmoralidad.
NUESTRO AÑO
DE LA EUCARISTIA (I)
Después de la segunda reunión nacional de delegados
diocesanos, se presentó al señor obispo un proyecto
en que el Congreso se ubica en el contexto del Año de la
Eucaristía. Se presentó en sus grandes líneas
al Consejo Diocesano de Pastoral el viernes 23 de mayo de 2003.
Se celebra desde la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo
del 2003 hasta la fiesta de Cristo Rey del 2004.
Tiene unos pasos preparatorios. La primera fase es de sensibilización
y evangelización, y se realizará desde el inicio del
Año de la Eucaristía hasta la Cuaresma inclusive.
La segunda fase es celebrativa, y se realizará desde la Cincuentena
Pascual hasta el 48° Congreso internacional, incluyendo el Congreso
Diocesano y las Semanas Eucarísticas Parroquiales. La última
fase es la proyección.
Objetivo: Dar dimensión eucarística
a todas las actividades pastorales, para descubrir y hacer operativa
su centralidad en la vida diocesana y parroquial, e iniciar una
pastoral eucarística permanente.
- Preparación -
- Sondeo de propuestas.
- Apertura del Año de la Eucaristía (19 de junio,
solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo) en cada comunidad.
- Formación de un equipo de animación, que se encargue
del Congreso Eucarístico y de la pastoral eucarística.
- Presentación del proyecto a los Consejos decanales.
- Difusión del Texto Base, estampas con la oración,
pósters, casets y Encíclica "Ecclesia de Eucharistia"
en las comunidades.
NUESTRO AÑO
DE LA EUCARISTIA (II)
- Fase de Sensibilización y evangelización -
- Tema sobre el Congreso Eucarístico y estudio del Texto
Base en el Curso diocesano de agentes (27 julio - 2 agosto).
- Las programaciones incluyen metas sobre la Eucaristía.
- Informe, motivación y estudio del Texto Base a los Adoradores
Nocturnos (14 agosto).
- Encuesta o muestreo en las comunidades: ¿Qué es
para tí la Eucaristía? ¿Cuándo y por
qué vas a Misa? ¿Qué pides a los sacerdotes?
- Semanas de Adolescentes y Jóvenes sobre la Eucaristía
(noviembre).
- Encuentro Diocesano de Equipos de Liturgia, coros y ministros
extraordinarios de la Comunión (V 21 nov o S 22).
- Lanzamiento de Concursos sobre catecismo eucarístico para
niños y servidores del altar, teatro y poesía para
jóvenes, canto eucarístico para coros, souvenirs y
publicidad para familias). El premio consiste en participar en el
Congreso Eucarístico Internacional. (21 o 22 nov).
- Posadas con tema eucarístico ¿pastorelas y representaciones?
(16-23 diciembre).
- Vigilia eucarística de fin de año en cada comunidad
(30 ó 31 dic).
- Publicación de material para el Jubileo Circular del Santísimo,
Horas santas diferenciadas, octavario por la unidad y viernes primeros.
- Simposio sobre la Encíclica "Ecclesia de Eucharistia";
elaboración de un Directorio de Pastoral Eucarística;
las asociaciones de carisma eucarístico informan y cuestionan
a los sacerdotes (taller de sacerdotes: ¿enero?).
- Comisiones y programa para el Congreso en las Subsedes y proyecto
de las Semanas Eucarísticas Parroquiales (enero).
- Revisión de vasos sagrados, vestiduras litúrgicas,
útiles de la celebración, sagrarios (visitas pastorales).
- Jornada eucarística de expiación parroquial (carnaval).
- Ejercicios Espirituales sobre la Eucaristía (cuaresma).
- Jornada del Enfermo (¿diocesana o parroquial?).
- Informe a catequistas y estudio del texto base (día del
catequista).
- Preparación de Primeras Comuniones de remisos a nivel
diocesano (de cuaresma a Corpus).
- ¿Destino de la Campaña de Caridad y la Obra social
del Congreso al apoyo de la rehabilitación de drogadictos?
NUESTRO AÑO
DE LA EUCARISTIA (III)
- Fase celebrativa -
- Convocación al Congreso Eucarístico diocesano y
a las Semanas Eucarísticas parroquiales (jueves santo, en
la Misa Crismal y en las Misas de la Cena del Señor).
- Inscripciones para el Congreso Eucarístico Internacional
(mayo).
- Conferencias cualificadas rotativas sobre la Eucaristía,
en las semanas eucarísticas parroquiales (cincuentena pascual).
- Gran Celebración y Procesión del Corpus para las
asociaciones y congregaciones eucarísticas (domingo posterior
a la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo).
- Congreso Eucarístico del Seminario (participan alumnos,
seminaristas en familia, papás y familiares, bienhechores,
y exalumnos).
- Congreso Eucarístico Diocesano (unido a la Asamblea Diocesana
de Pastoral; en varias subsedes simultáneas, donde hay más
turnos de adoración, y la clausura común: Arandas,
San Julián, Tepatitlán, Jalostotitlán, Lagos-San
Juan).
- Proyección -
- Explicación dominical de la Misa y campaña del
domingo y la comunión.
- Catecismo de verano para niños sobre Eucaristía
(julio-agosto).
- Cruzada Eucarística en las parroquias.
- Programa de Pastoral Eucarística diocesana.
- Semana de la Familia sobre la Eucaristía (octubre).
- Plan de formación permanente para los ministros extraordinarios
de la Comunión.
- Participación en el 48° Congreso Eucarístico
Internacional de Guadalajara.
- Clausura del Año de la Eucaristía: fiesta de Cristo
rey.
QUE ES UN
CONGRESO EUCARISTICO.
Dice el Ritual de la Sagrada Comunión y del Culto Eucarístico
fuera de la Misa (RCFM):
“Los congresos eucarísticos, que surgieron recientemente
en la vida de la Iglesia como una peculiar manifestación
del culto eucarístico, deben considerarse como una estación
a la que la comunidad local invita a toda la diócesis, o
una diócesis invita a las demás diócesis de
toda una región, nación o aun de todo el mundo, para
que unánimemente se dediquen a considerar con mayor profundidad
un determinado aspecto del Misterio Eucarístico, y a venerarlo
públicamente con vínculos de caridad y de unidad.
Es necesario que estos congresos sean un signo auténtico
de fe y caridad, por la plena participación de la Iglesia
local y por la manifestación de la unión con las demás
Iglesias” (RCFM 109).
No es sólo un evento social, sino un acontecimiento de fe
y de cultura, que intenta formar un solo Cuerpo, el Cuerpo místico
de Cristo, y pretende que el mundo conozca mejor el Misterio de
la Eucaristía, y se proyecte en la vida social. Veamos sus
elementos.
a) Es una “estación” de la Iglesia que peregrina
en un lugar.
Es como una “parada” en la cual se detiene el mundo católico
en un lugar determinado, en una Iglesia local concreta. Cada Sede
se convierte en punto de convergencia de todas las Iglesias particulares
y centro espiritual del mundo. Para expresar la fe católica
en el Misterio eucarístico, y dar expresión social
al amor.
El término “estación”, del lenguaje militar
romano, significa: montar guardia. La Iglesia lo tomó para
expresar el deber del cristiano de dedicarse a la vigilancia, la
conversión y la oración.
En la cuaresma primitiva romana designaba la asamblea eucarística
presidida por su obispo el papa. Hacia las tres de la tarde, pueblo
y clero, de una iglesia señalada de antemano, llamada “colecta”,
se dirigían procesionalmente hacia la iglesia estacional;
el papa celebraba con su presbiterio, ofrecía la comunión
a los fieles, y concluía la celebración a la puesta
del sol (I. Schuster ed., Liber Sacramentorum II,3-5). Sus características:
procesión que indica el camino de conversión; la presencia
del obispo; la gran asamblea de oración y única celebración
eucarística, la invocación de los santos, para poner
de relieve la unidad en la misma fe y caridad.
El Congreso Eucarístico es una asamblea en la cual se reune
el pueblo cristiano de diferentes procedencias y condiciones, poniendo
de relieve el lugar central de la Eucaristía en la vida de
la Iglesia y de su misión enmedio del mundo.
Es una pausa de compromiso y oración. Una comunidad invita
a la Iglesia universal, ofreciendo un homenaje de pública
adoración, con el vínculo de la caridad y de la paz.
Es un signo auténtico de fe y caridad: por la participación
de la Iglesia local y por la presencia representativa de otras Iglesias
católicas. Es, pues, un verdadero acontecimiento eclesial.
Las Iglesias particulares, unidas en la comunión eucarística
de una manera significativa, forman una sola gran asamblea que manifiesta
de manera peculiar el culto eucarístico de la vida de la
Iglesia. Sin Eucaristía no existiría la Iglesia, y
sin la Iglesia no se daría la Eucaristía.
EUCARISTIA,
CENTRO DEL CONGRESO EUCARISTICO.
Así describe la Eucaristía el Código de Derecho
Canónico del Concilio Vaticano II:
«El sacramento más augusto, en el que se contiene,
se ofrece y se recibe al mismo Cristo Nuestro Señor, es la
santísima Eucaristía, por la que la Iglesia vive y
crece continuamente. El Sacrificio Eucarístico, memorial
de la muerte y resurrección del Señor, en el cual
se perpetúa a lo largo de los siglos el Sacrificio de la
cruz, es el culmen y la fuente de todo el culto y de toda la vida
cristiana, por el que se significa y realiza la unidad del pueblo
de Dios y se lleva a término la edificación del cuerpo
de Cristo.
Así pues, los demás sacramentos y todas las obras
eclesiásticas de apostolado se unen estrechamente a la santísima
Eucaristía y a ella se ordenan» (CIC 897).
Existen tres facetas en el culto eucarístico:
a. Misa. La celebración eucarística es la raíz
misma del Sacramento. Es la acción del mismo Cristo, por
el ministerio del obispo o presbítero, en el cual el pueblo
cristiano participa unido a su Señor. En el Sacramento del
pan y del vino, el Cuerpo y la Sangre del Señor pasan a ser
medio e instrumento que se nos da, para acercarnos al Padre. La
Comunión no es una realidad aparte, sino la participación
más plena en el Sacrificio Eucarístico.
b. Adoración. La Eucaristía no se agota en la celebración,
sino que, consagrados el pan y el vino, permanecen como sacramento
de la presencia real y viva del Señor enmedio de su pueblo.
c. Vida cristiana. La Eucaristía y la vida están
estrechamente ligadas. La Eucaristía lleva a la vida, y la
vida lleva a la Eucaristía. La celebración y adoración
eucarística deben conducir al cristiano a una vida eucaristizada,
a través de la cual se despliega y realiza en la existencia
concreta todo lo que se ha celebrado y contemplado, haciendo de
él un adorador en espíritu y en verdad. El cristiano
eucaristizado se abre a la solidaridad cristiana, que tiende a crear
una nueva civilización del amor, en la que todo prójimo
es nuestro hermano, y la humanidad es una mesa común en la
que todo cabemos.
En los primeros Congresos Eucarísticos, sólo se acentuaba
la Presencia real, y se insistía en la Comunión frecuente,
mensual o semanal. Ahora, tras el Concilio Vaticano II, que recoge
los frutos del movimiento litúrgico, del movimiento bíblico,
del movimiento ecuménico, podemos atender ya todos los aspectos,
teniendo como raíz, centro y momento por excelencia el sacrificio
Eucarístico.
COMO SE PREPARA
UN CONGRESO EUCARISTICO.
a) Preparación remota:
Conocer las necesidades pastorales de la comunidad y sus tareas
de servicio. Que no sea una iniciativa de un grupo impuesta a la
mayoría, sino que brote de algún modo de la misma
comunidad.
Si el Congreso es diocesano, corresponde al obispo convocarlo y
presidirlo. El Comité diocesano organiza la forma de recoger
la opinión del pueblo y sensibilizar sobre la oportunidad
del Congreso. Se deben hallar respuestas adecuadas a todo tipo de
opiniones y comentarios.
b) Preparación inmediata:
«En la preparación de un congreso, entre otras cosas,
hay que atender a estas acciones muy importantes:
a) Una Catequesis más a fondo sobre la Eucaristía,
adaptada a la mentalidad de los distintos sectores, particularmente
en cuanto al aspecto del Misterio de Cristo que vive y actúa
en la Iglesia.
b) Una Participación más activa y consciente en la
sagrada liturgia, que promueva la escucha religiosa de la Palabra
de Dios, la oblación de sí mismos y el sentido fraterno
de comunidad.
c) Una investigación de los recursos y realización
de obras sociales para la promoción humana y la justa participación
de los bienes, aun temporales, a ejemplo de la primitiva comunidad
cristiana, a fin de que el fermento evangélico difunda su
fuerza desde cualquier mesa eucarística, como sostén
de la actual sociedad en construcción y prenda del Reino
futuro» (RCFM 111).
Se trata del triple ministerio de Cristo y de la Iglesia en acción.
Una evangelización que se concretiza en la celebración
y se proyecta en la caridad. De este modo, la Eucaristía
aparece como la fuerza propulsora para la construcción de
la sociedad humana en este mundo, y garantía para la futura.
Vivir el Misterio Pascual de Cristo, verdadera, real y sustancialmente
presente en las sagradas Especies, y vivo y operante en la Iglesia,
su Cuerpo. Y a la vez búsqueda de iniciativas y realización
de obras sociales que favorezcan la promoción humana y la
comunicación de bienes, de suerte que la Mesa eucarística
suponga solidaridad y participación de los pobres y un mundo
más justo y fraterno en espera de la venida del Señor.
LA OBRA SOCIAL
DEL CONGRESO EUCARISTICO.
Se busca «instaurar el Reino social de Cristo en el mundo».
“Se atienda la cuidadosa búsqueda de iniciativas y la
diligente realización de obras sociales, de manera que la
Mesa eucarística suponga la solidaridad y la participación
con los pobres y el anuncio de un mundo más justo en espera
de la venida del Señor” (Comité Pontificio para
los Congresos Eucarísticos, Estatutos, art. 20).
La obra social es la huella que deja el congreso eucarístico
a su paso. Deben ver qué exigencias prácticas de caridad
y justicia concreta tiene la participación en la Mesa del
Señor. Con relación a migrantes, presos, madres solteras,
niños de la calle, drogadictos, limitados físicos
y mentales, pordioseros, desempleados, etc.
La solidaridad tiene su fuente en la Eucaristía, sacramento
de unidad y vínculo de caridad. Se trata de unificar nuestras
acciones y gestos caritativos, ya que todo ser humano es nuestro
prójimo porque es nuestro hermano: ámbitos de migrantes,
sectores marginados, etc. Busca gestos concretos de acogida y atención:
ofrenda mensual, despensa los días 1º, comunicación
de necesidades y necesitados concretos para una personal responsabilización
caritativa, traer a los enfermos a la asamblea, familias sustitutas,
etc.
Se ocupan de enfermos y minusválidos, organizan eventos
apropiados para ellos, sin abrumarlos, atentos a cualquier eventualidad,
contando con equipo médico, ambulancias, camillas, medicamentos.
Motiva a dar algo de nosotros mismos (ayudas, donaciones de sangre,
de órganos, auxilio carretero, teléfonos de orientación,
centros de ayuda espiritual, o voluntariado en catástrofes,
inundaciones, desgracias colectivas, etc.).
Promueve la toma de conciencia sobre los problemas que nos afectan.
Denuncia situaciones injustas, abusos contra la dignidad humana,
escándalos públicos. Se hace voz de los sin voz, defensa
de los indefensos, verdad de los desengañados, amor para
los abandonados. Emprenden una campaña de concientización
y solidaridad, buscando respuestas objetivas más allá
del congreso: una fundación, una institución, una
red de servicios, etc.
CELEBRACION
DE UN CONGRESO EUCARISTICO.
«La celebración del congreso ha de ordenarse conforme
a estos criterios:
a) Es necesario que la celebración eucarística sea
realmente el centro y el culmen, al cual se dirijan todas las iniciativas
y las distintas formas de piedad.
b) Las celebraciones de la Palabra, las reuniones catequéticas
y los debates públicos tendrán como fin investigar
más profundamente sobre el tema propuesto y proponer con
más claridad sus aspectos prácticos para llevarlos
a la vida.
c) Dése oportunidad a las preces comunitarias y a la adoración
prolongada ante el Santísimo Sacramento expuesto en determinadas
iglesias previamente señaladas, que parezcan más apropiadas
para esta práctica de la piedad.
d) Para la procesión eucarística en la que el Santísimo
Sacramento ha de ser acompañado con himnos y preces del pueblo
por las calles de la ciudad, se observarán las normas acerca
de las procesiones eucarísticas, teniendo en cuenta las condiciones
sociales y religiosas del lugar”. (RCFM 112).
Al centro del congreso está la Celebración Eucarística
o Misa, como fuente y centro. Las distintas Misas deben celebrarse
de tal manera que llamen la atención, sean buscadas y queridas.
La participación activa, consciente y fructuosa debe ser
buscada por todos los medios posibles. Las conferencias, catequesis
y eventos culturales han de desembocar en la Eucaristía,
ya que ella es el alma del congreso. Por eso se han de preparar
esquemas ricos de contenido y participación, y vivirse con
intensidad y verdadero espíritu.
La elección de diversos templos y tiempos para la adoración
del Santísimo se hace con el propósito de conceder
oportunidad a toda clase de personas para realizarla. Es necesario
ofrecer subsidios, ricos en contenido bíblico, tanto para
oración personal como para celebraciones comunitarias.
La procesión con el Santísimo Sacramento, que por
muchos años fue el centro del congreso, ha quedado casi opcional,
según las condiciones religiosas y sociales. Debe aparecer
como un signo colectivo de fe y de adoración.
Se trata de una procesión más larga y solemne que
las ordinarias, que recorre calles y campos. Debe realizarse conforme
a las normas del Ritual, pues se trata de un acto litúrgico,
no de religiosidad popular ni folklórico. Por tanto, debe
prepararse en sus detalles: estaciones, orden, ministerios, medios
de comunicación, posibles reacciones de protestantes, acuerdos
con las autoridades, etc.
ACTIVIDAD
SOCIAL DE UN CONGRESO EUCARISTICO.
Las actividades sociales y culturales del Congreso deben tener
su propio lugar y su tiempo específico, de suerte que no
haya interferencias, y sirvan para subrayar el carácter fraternal,
de servicio al prójimo y de alegría que la Eucaristía
provoca. Ponemos algunos tipos de eventos:
a) Encuentros fraternales entre los diversos grupos y personas en
diversas circunstancias, como reuniones festivas, comidas en común,
intercambios de experiencias y presentes simbólicos, etc.
b) La obra social del congreso debe subrayarse debidamente, con
el fin de hacer saber que el encuentro con Cristo en la Eucaristía
nos lleva necesariamente al encuentro y al servicio del hermano
necesitado. La solidaridad tiene su fuente en la Eucaristía,
sacramento de unidad y vínculo de caridad. Se trata de unificar
nuestras acciones y gestos caritativos hacia migrantes, sectores
marginados. Promueve la toma de conciencia sobre los problemas que
nos afectan.
c) Conciertos, exposiciones, oratorios, obras musicales y demás
reuniones de carácter artístico y cultural, no se
limiten a los participantes del congreso, sino estén abiertas
al público, y si es posible se repitan y prolonguen por tiempo
adecuado.
PROYECCION
DE UN CONGRESO EUCARISTICO.
No cabe duda que la gracia obrará milagros, si realizamos
todo con el espíritu indicado. Pero podemos ofrecer cauces
para el futuro.
Por ejemplo, los organizados en agrupaciones eucarísticas
renueven sus compromisos asumidos; ofrecer información y
motivación a quienes no están en organización
alguna, para que se comprometan.
Prever grupos pequeños de reflexión y oración
que queden después, con coordinadores, temas y criterios
de orientación.
Pregón o mensaje a los pueblos o barrios, con el tema de
la Eucaristía, dosificado en mensajes mensuales o semanales.
Promoción de la Misa dominical y de la comunión diaria
o frecuente.
Formación de equipos de servicio para las diferentes áreas,
tanto eclesiales como de servicio social, o para la preparación
del siguiente congreso en los diferentes niveles de Iglesia.
Organizar campañas de prevención del delito, de sensibilización,
solidaridad y promoción de los marginados, centros de atención
a personas en especial necesidad, etc.
Nosotros hacemos la parte que nos toca, Dios dará el incremento.
HISTORIA DE
LOS CONGRESOS EUCARISTICOS (I).
A fines del siglo XIX, entre las graves crisis del liberalismo
y los nuevos Estados, renace la patrística, y la promoción
de la Comunión frecuente, la Misa dominical y las asociaciones
eucarísticas. Y es cuando surgen los Congresos Eucarísticos.
El contenido y la expresión de la fe eucarística ha
ido avanzando y expresándose en la celebración de
los congresos.
Podemos señalar algunas etapas en esta historia. Antes del
primer Congreso, nace y va madurando la idea. Luego, viene una primera
etapa, llena de fervor, en que se celebra anualmente un Congreso,
como un fuerte momento de motivación y de asamblea para las
sociedades eucarísticas y una Procesión Mundial del
Corpus.
Pero, como al regresar a sus países, se encontraban con
la realidad de que el pueblo en general no vibraba con esos sentimientos.
Las interrupciones y dificultades causadas por las dos guerras mundiales
del siglo XX, fueron la ocasión para una segunda etapa: celebrar
los Congresos por niveles: primero en cada diócesis, luego
en cada país, y finalmente se concluía con el Congreso
Internacional.
Y el Concilio Vaticano II fue el arranque de una tercera etapa,
en la cual la Celebración Eucarística forma parte
central del Congreso, la Presencia del Papa ha clarificado el signo
de la estación eclesial, y se ha relacionado la Eucaristía
con los problemas de la humanidad.
HISTORIA DE
LOS CONGRESOS EUCARISTICOS (II).
ANTECEDENTES.
Tras la Revolución Francesa, era necesario reconstruír
la sociedad, disoluta y anticatólica. Se había recluido
a la religión al interior de las conciencias y de las familias,
desterrándola de la vida social. Pocos fieles comenzaron
a reunirse en torno a los Sagrarios abandonados, para ofrecer su
oración en reparación de los pecados, y buscando hacer
efectivo el reinado social de Cristo. Se dio un florecimiento de
las obras eucarísticas, renovadas por la devoción
al Sagrado Corazón, que se celebró como la reivindicación
de los derechos sociales de Cristo.
Los Estados Pontificios desaparecieron con la unificación
italiana (1870), y el papa Pío IX se recluye en el Vaticano.Otto
von Bismarck busca hacer una Iglesia alemana independiente (1872-1875).
En Francia son muy tensas las relaciones entre la Iglesia y el Estado.
Se hizo la guerra franco-prusiana (1870). Los avances de las ciencias,
las filosofías ateas (como el marxismo), aumentan el indiferentismo
religioso. La cuestión social es muy tensa, debido a la explotación
de los trabajadores. Las élites se perdieron para la Iglesia
católica. La masonería presiona contra ella.
El P. Pedro Julian Eymard (1811-1868), de la Congregación
del Santísimo Sacramento, tuvo una visión: de la Custodia
eucarística ante la que practicaba su adoración salía
un fuego vivo que se extendía por toda la ciudad y por todas
las ciudades, de las cuales sólo quedaban cenizas. La repetición
y clarificación de la visión le empujó a sentirse
incendiario del mundo con el fuego de amor que brota de la Eucaristía.
Como en Lyon y París quedaban sólo cenizas, habría
qué sacar a Jesús de su aislamiento para ponerlo a
la cabeza de la sociedad y expresar su Reino. Y mediante predicaciones
y conversaciones fue motivando.
La Srta. Maria Marta Emilie Tamisier de Tours (1834-1910) captó
bien el mensaje, pues también tenía inquietudes parecidas
a las del P. Eymard, a quien consideraba “Elías en el
carro de fuego”. Profundizó sus ideas, buscando caminos
para aterrizar en un proyecto concreto.
La intuición parecío tomar cuerpo cuando, en junio
de 1873, el Parlamento francés consagró la patria
ante el Santísimo en la capilla de la Visitación de
Paray-le-Monial. La devoción al Sagrado Corazón se
consideró como la reinvindicación pública de
los derechos de Cristo frente a una sociedad apóstata y a
un Estado represor. La Srta. Tamisier experimentó así
su vocación para trabajar por la causa eucarística
con unas energías renovadas.
HISTORIA
DE LOS CONGRESOS EUCARISTICOS (III).
PRIMER CONGRESO.
La Srta. Tamisier recorrió Avignon, Ars, Douai, Angers y
Faverney, buscando experiencias, colaboradores y medios para profundizar
la devoción al misterio Eucarístico, aunque llevándose
muchas decepciones y rechazos. Ella tenía una idea básica:
la salvación de la sociedad por medio de la Eucaristía.
Intuyó las relaciones que existen entre Iglesia, Eucaristía
y Reino de Dios.
A semejanza de los grandes itinerarios marianos, pensó organizar
peregrinaciones a los más famosos santuarios eucarísticos,
buscando renovar la piedad eucarística. En 1874 fue a la
capilla de los penitentes grises de Avignon Douai y Faverney, donde
se levantó el ánimo viendo el gran fervor eucarístico
que contagiaban. Ahí Mons. Gaspard Mermillod, obispo de Lausanne-Ginebra,
le propuso seguir el modelo de las asambleas internacionales: los
representantes de las obras eucarísticas podrían reunirse
para un “congreso eucarístico”. Comenzaron a elaborar
un proyecto de bases para una propuesta. En 1878, en Faverney, comprende
esta muchacha que urge pasar de la fase de devoción eucarística
a la de estudio serio sobre el misterio eucarístico.
A la muerte del papa Pío IX (1878) le sucede León XIII, que inició una renovación, al emprender iniciativas en favor de extender el reinado social de Cristo al mundo y asumir la cuestión social. En 1880, la Sagrada Rota daba un informe al obispo de Saint-Denis Gastón de Ségur (1820-1881), acerca de la urgencia, los medios y la oportunidad de dicha manifestación.
Había tres proposiciones:
a) Un Congreso era lo más práctico: asamblea general
de los representantes de las obras eucarísticas, turnándose
las naciones.
b) Hacer un acto de fe y reparación, que sirviera como propagación
de las obras eucarísticas.
c) Un comité permanente promueva y organice.
La propuesta del Card. Dechamps, arzobispo de Malines, fue aprobada
por Mons. Ségur, el 17 de enero de 1881 en París.
El primer Congreso quedó programado para celebrarse en Bélgica.
El Papa León XIII, el 27 abril 1877, constituyó el
comité.
Se pensaba realizar el I Congreso de 1881 en Lieja, donde nació
la fiesta del Corpus por las visiones de Juliana de Cornillón,
de donde Urbano IV estableció la fiesta en 1264. No se pudo
por causas políticas, ya que el Estado frenaba todo lo que
significara Iglesia universal o relación con Roma, y varios
obispos estaban en problemas.
Phillibert Vrau pudo recibir a los congresistas en Lille, del 28
al 30 de junio de 1881. Hubo 363 inscritos, de Chile, México,
Italia, España, Austria, Bélgica y Francia. A las
asambleas asistieron más de 1000 personas, y a las procesiones
(que se tuvieron que hacer en las iglesias, porque el Estado prohibió
hacerlas fuera) hasta 4000 personas. Calculan que unas 8000 personas
tomaron parte. Entre los “votos” finales estaba el propósito
de difundir las obras eucarísticas.
HISTORIA DE
LOS CONGRESOS EUCARISTICOS (IV).
PRIMERA ETAPA: GRAN CORPUS DE LAS SOCIEDADES EUCARISTICAS.
El papa León XIII decidió que el Congreso Eucarístico
se celebrara cada año. El dio su apoyo a los 15 primeros.
Surgieron congresos a nivel diocesano, nacional, y hasta parroquial.
Por ejemplo: Nápoles (1891), Turín (1894), Milán
(1895), Orvieto (1896) y Venecia (1897).
Los presidentes fueron: Gastón de Ségur obispo de
S. Denis (Francia) 1881; De la Bouillerie (Francia) 1881-1882; A.
Dusquesney, arzobispo de Cambray (Francia) 1882-1885; G. Mermillod
obispo de Ginebra-Laussana (Suiza) 1885-1890; Doutreloux obispo
de Lieja (Bélgica) 1890-1901; y L. Heylen obispo de Namur
(Bélgica) 1901-1941, imprimiéndole un giro.
Era un trabajo de las obras eucarísticas, mediante una adoración
eucarística perpetua, diurna y nocturna; la promoción
de la comunión frecuente (primera Comunión, dominical,
pascual, reparadora, de enfermos, viático); conferencias
sobre el dogma de la Presencia real. Así lo expresa el Reglamento
que se hizo en 1887: “La obra de los Congresos Eucarísticos
tiene como fin hacer conocer, amar y servir cada vez más
a nustro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento
del Altar, por medio de solemnes reuniones internacionales periódicas,
y trabajar en esta línea para extender el reino social de
Cristo en el mundo” (artículo 1).
Los Congresos celebrados en esta etapa son los siguientes:
1. Lille, Francia (28-30 jun 1881): Culto al Santísimo.
363 personas de 10 países. Procesión de 3,000 hombres.
Realeza terrestre de Cristo en una sociedad en peligro. Se propuso
difundir las obras eucarísticas.
2. Avignon, Francia (1882): influencia social de la Eucaristía.
3. Liège, Bélgica (1883): El dogma de la Eucaristía.
4. Friburgo, Suiza (1885).
5. Tolosa, Francia (1886).
6. París, Francia (1888): El amor incondicional de Cristo
expresado en su sagrado Corazón.
7. Amberes, Bélgica (1890). Nacen Congresos locales.
8. Jerusalén (1893): unidad de los cristianos.
9. Reims, Francia (1894): Obreros y domingo; comunión frecuente,
de niños; Primera Comunión. Aclamaciones tras la bendición
con el Santísimo. Evangelizar a las familias.
10. Paray-le-monial, Francia (1897): Jesús Eucaristía,
construye su reino social en la sociedad.
11. Bruselas, Bélgica (1898).
12. Lourdes, Francia (1899).
13. Angers, Francia (1901).
14. Namur, Bélgica (1902).
15. Angulême, Francia (1904).
16. Roma, Italia (1905).
17. Tournay, Bélgica (1906).
18. Metz, Alemania (1907).
19. Londres, Inglaterra (1908).
20. Colonia, Alemania (1909).
21. Montreal, Canadá (1910).
22. Madrid, España (1911). El Papa permitió intercambiar
la paz en Misa.
23. Viena, Austria (1912).
24. Malta (1913).
25. Lourdes, Francia (1914). Jesús, encerrado en sagrarios
y ausente de vida pública. Necesarios Congresos nacionales
y regionales.
HISTORIA DE
LOS CONGRESOS EUCARISTICOS (V).
SEGUNDA ETAPA: MOMENTO CULMEN DE CONGRESOS:
En el periodo entre las dos guerras mundiales, se cambió
de giro. En el Congreso de Lourdes se constató que, durante
el Congreso Eucarístico, los participantes se llenaban de
celo eucarístico por implantar el Reino social de Cristo.
Pero, una vez terminado el Congreso, parece que todo había
sido una "llamarada de petate". No se notaba que en las
diócesis creciera el fervor eucarístico, ni se descubriera
la dimensión social de la Eucaristía. Ahí mismo
se decidió que era necesario trabajar a nivel nacional y
a nivel diocesano, como una proyección del congreso nacional,
y como una preparación al mismo.
Pese a las alianzas hechas para cuidar de la paz, las potencias
se aprestaban para la guerra. Se vivía ambiente de guerra
fría. El asesinato de Francisco José desató
la guerra. De un lado: Austria, Alemania, Turquía y Bulgaria;
del otro: Francia, Inglaterra, Rusia, Japón, Italia, Rumania,
Portugal, y al final Estados Unidos. El Tratado de Versalles (1918)
desapareció al Imperio Austro-húngaro, surgiendo nuevos
Estados; los perdedores debieron pagar fuertes indeminizaciones.
En el mismo XXV Congreso de Lourdes en 1914 se había comentado
que a Jesús se le dejaba encerrado en el Sagrario, pero excluido
de la vida pública. Entonces surgió la idea de que
el Congreso Eucarístico Internacional tuviera el carácter
de culminación de una serie de congresos nacionales, que
a su vez culminaran una serie de congresos diocesanos y parroquiales.
Se daría así una reacción en cadena, que iría
involucrando a más personas.
Así, después de un intervalo de 8 años a causa
de la I Guerra Mundial, en 1922 Pío XII celebró el
Congreso Eucarístico en Roma por segunda vez, para “la
plena pacificación en el corazón eucarísitco
de Jesús, indispensable para toda reconstrucción social”.
Se realizaron nueve congresos en diferentes naciones, hasta 1938
en vísperas de la II Guerra Mundial, bajo la dirección
de Mons. L. Heylen. En 1930 se había hecho un nuevo Reglamento,
se creó una oficina internacional y una comisión teológica
permanente.
Vino la guerra española. Hitler devoró a Austria
y Checoslovaquia, e invadió Polonia (1939). Estalló
la segunda guerra mundial. Pío XII evita el bombardeo de
Roma. Se forma la liga Berlín-Roma-Tokio; contra Rusia, Francia,
Países bajos, Inglaterra. En 1941 los japoneses bombardean
Pearl Harbor. Declina Hitler (1943-1944); Rusia recupera su terreno;
Estados Unidos se adueña del Pacífico, llegan a Berlín,
y hacen que Alemania firme su rendición el 7 de junio de
1945. El 2 de septiembre se rinde Japón, tras las bombas
atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Además de los desastres
y muertos, se modificó la geografía europea y mundial.
Por esta causa, hubo que esperar 15 años entre un Congreso
y otro. En 1952 se celebró en Barcelona el siguiente. Pio
XII ponía de relieve “el triunfo de la Eucaristía
para una paz auténtica”. Bajo la influencia de la renovación
litúrgica se promovió la participación más
directa en la Misa. Ya en los congresos de 1922 (Roma) y 1924 (Amsterdam)
se habían intercambiado la paz en Misa, con autorización
del papa. El congreso de Buenos Aires (1934) registró un
millón doscientas mil comuniones el 12 de octumbre.
Bajo Mons. A. Vachon, arzobispo de Otawa (1950-1953) y Mons. Masaglia,
y luego bajo Mons. G. Da Costa Nuñez, arzobispo de Goa, India
(1953-1960) la temática se fue relacionando cada vez más
con los problemas del mundo. En 1952 se renovaron los Estatutos,
y se crearon los Comités Nacionales (Argentina, Brasil, Canadá,
Costa Rica, Francia, India, Italia, México, Holanda, USA,
España y Uruguay).
En Manila (1937) se hicieron congresos en las 1196 parroquias en
forma de Cuarenta Horas, y hubo 507 misiones populares, donde se
regularizaron 9741 matrimonios. En Budapest (1938) hubo tres tardes
preparatorias para distintas categorías profesionales, de
donde salieron 150 animadores.
En las 900 cartas a los obispos del mundo para Barcelona (1952)
se recogieron las respuestas sobre cinco aspectos del tema “Eucaristía
y paz”: individual, familiar, social, internacional y eclesial.
Se enviaron 60,000 ejemplares de dicho índice temática
a investigadores y revistas, de donde surgirían las sesiones
de estudio (dos volúmenes de 900 páginas).
Los Congresos celebrados en esta etapa son los siguientes:
26. Roma, Italia (1922): “la plena pacificación en el
corazón eucarístico de Jesús, indispensable
para toda reconstrucción social”.
27. Amsterdam, Holanda (1924). Misa, con intercambio de paz.
28. Chicago, USA (1926).
29. Sydney, Australia (1927).
30. Cartago, Túnez (1930). Nuevo Reglamento y nueva oficina
y una Comisión Teológica permanente.
31. Dublín, Irlanda (1932).
32. Buenos Aires, Argentina (1934). Un millón doscientas
mil comuniones el 12 de octubre.
33. Manila, Filipinas (1937). Congresos en 1196 parroquias, y 507
misiones populares, regularizando 9741 matrimonios.
34. Budapest, Hungría (1938). Tres tardes preparatorias para
distintas categorías profesionales, de donde salieron 150
animadores.
35. Barcelona, España (1952). Tras II Guerra Mundial: “el
triunfo de la Eucaristía para una paz auténtica”.
Promovió la participación más directa en la
Misa. De 900 cartas, cinco aspectos sobre “Eucaristía
y paz”: individual, familiar, social, internacional y eclesial.
Se enviaron 60,000 ejemplares a investigadores y revistas (dos volúmenes
de 900 páginas). Nuevos Estatutos y se crean los Comités
nacionales.
36. Rio de Janeiro, Brasil (1955).
37. Munich, Alemania (1960). Restableció Estaciones Romanas.
Juan XXIII, en esta “estación del mundo” encomendó
el éxito del Concilio Vaticano II, “las leyes sociales
y las costumbres sean conformes a las leyes cristianas, y los matrimonios
vivan de manera santa”. Dejar el cenáculo para llevar
el mensaje a los pobres y a los grandes problemas de la humanidad.
HISTORIA DE
LOS CONGRESOS EUCARISTICOS (VI).
TERCERA ETAPA: UNA ESTACION DE LA IGLESIA Y UN GESTO DE COMUNION
Con el Concilio Vaticano II (1962-1965) se redescubrió la
dimensión social que tiene la Eucaristía, y la necesidad
de fuertes gestos de comunión y solidaridad cristiana, a
nivel mundial, nacional, diocesano y parroquial. Así que
los congresos comenzaron a tomar su lema y su tema de los problemas
que se sentían como urgentes en el mundo. Se comenzó
a partir de las necesidades más que de teorías. Siempre
con el propósito de implantar el Reino Social de Cristo,
que se había tenido desde los inicios. Los medios de comunicación
social se han encargado de darle una amplia difusión.
Los presidentes han sido: Mons. G. Mondrego y Cassaus, arzobispo
de Barcelona (1960-1969), Card. L. Sheehan arzobispo de Baltimore
(1969-1973), Mons. J. Knox X (1973-1983) presidente de la Congregación
para el Culto Divino y los Sacramentos, Card. O. Rossi (1983-1991)
presidente del Pontificio Consejo para Laicos, y Card. E. Gagnon
presidente del Pontificio Consejo para la Familia.
Ya en 1960 en Munich se restablecieron las antiguas Estaciones
Romanas, y este congreso brindó un fuerte impulso al desarrollo
litúrgico y teológico del mundo. Juan XXIII pidió
que en esta “estación del mundo” se pidiera por
el éxito del Concilio Vaticano II, “las leyes sociales
y las costumbres sean conformes a las leyes cristianas, y los matrimonios
vivan de manera santa”. La Iglesia debe dejar el cenáculo
para llevar el mensaje de la Nueva Alianza a todo el mundo, encontrar
a Cristo en los pobres, compartir los grandes problemas de la humanidad:
sentido de la vida, libertad, caridad, familia, justicia y paz.
Así, en el Congreso de Bombay (1964), Pablo VI tuvo gestos
de apertura de la Iglesia al mundo: Misa, adoración eucarística,
bendición de los enfermos, visitas a huérfanos, encuentros
con hermanos separados y de otras religiones. En Bogotá (1968)
el papa inauguró la II Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano (Medellín), reconociendo a Cristo sufriente
y vivo: “Continuaremos defendiendo vuestra causa, denunciando
las inicuas desigualdades entre ricos y pobres, los abusos administrativos
y autoritarios”.
En Melbourne (1972) Pablo VI dijo que “reavivando el culto
a la presencia real de Cristo se reavive la generosidad, el esfuerzo,
el heroísmo de descubrir a Cristo en el rostro y en el sufrimiento
de los pobres, necesitados, inmigrados, enfermos, moribundos”.
El de Filadelfia (1976) tuvo por lema “La Eucaristía
y las diferentes formas del hambre en la familia humana”.
El Congreso centenario de Lourdes (1981), preparado por Pablo VI
y realizado por Juan Pablo II, insistía en las implicaciones
de la comunión dentro de la Iglesia y de la sociedad: “La
Eucaristía hace a la Iglesia. reune como miembros de un mismo
Cuerpo a quienes comparten el mismo Pan. Es conveniente resaltar
la unión necesaria entre la dimensión vertical y horizontal
de la Eucaristía”. Ahí se pusieron en vigor las
indicaciones del Ritual de la Comunión y el Culto Eucarístico
fuera de la Misa. Se preparó con la campaña “Cuaresma
a domicilio”; hubo diócesis que reunieron hasta 20,000
grupos de reflexión. Hubo un simposio “Responsabilidad,
condivisión y Eucaristía” con 150 expertos.
El Congreso de Mairobi (1985) tuvo por tema “Eucaristía
y familia”. Se preparó por parroquias. El de Seúl
(1989): “Cristo es nuestra paz”. El papa habló
del poder pacificador de la Eucaristía: “Hablar de cristianos
separados significa entrar en contradicción, ya que el cristiano
es discípulo de Cristo, que ha muerto para reunir a los hijos
de Dios dispersos. Un Congreso Internacional es ocasión de
dar juntos un testimonio de nuestra fe común en Cristo único
salvador y portador de la paz”. Su preparación tuvo
dos fases: Sacrificio Eucarístico como donación de
vida; y año eucarístico con gestos de donación
del movimiento “un corazón, un cuerpo”. El ágape
fraterno del jueves por la tarde hizo que 855 familias acogieran
a los congresistas para la Cena Pascual.
Los Congresos celebrados en esta etapa son los siguientes:
38. Bombay, India (1964). Asistió Pablo VI.
39. Bogotá, Colombia (1968). Asistió Pablo VI. Justicia
y desarrollo humano para pueblos pobres.
40. Melbourne, Australia (1973). Ecuménico.
41. Filadelfia, USA (1976): La Eucaristía, pan de vida, y
el hambre de los hombres.
42. Lourdes, Francia (1981): Congreso centenario. Jesucristo, pan
partido para un mundo nuevo. Prepara Pablo VI y realiza Juan Pablo
II: “La Eucaristía hace a la Iglesia. Reune como miembros
de un mismo Cuerpo a quienes comparten el mismo Pan... unión
necesaria entre la dimensión vertical y horizontal de la
Eucaristía”. Jesucristo, pan partido para un mundo nuevo.
Precedió un simposio sobre “responsabilidad, participación,
Eucaristía”.Usó el Ritual de la Comunión
y el Culto Eucarístico fuera de la Misa. Campaña “Cuaresma
a domicilio”; diócesis que reunieron hasta 20,000 grupos
de reflexión. Simposio “Responsabilidad, participación
y Eucaristía” con 150 expertos.
43. Nairobi, Kenia (1985). “Eucaristía y familia”.
Se preparó por parroquias.
44. Seúl, Corea (1989): Cristo es nuestra paz (reconciliación
Norte y Sur). Poder pacificador de la Eucaristía: “Cristo,
que ha muerto para reunir a los hijos de Dios dispersos... ocasión
de dar juntos un testimonio de nuestra fe común en Cristo
único salvador y portador de la paz”. Su preparación
tuvo dos fases: Sacrificio Eucarístico como donación
de vida; y año eucarístico con gestos de donación
del movimiento “un corazón, un cuerpo”. 855 familias
acogieran a los congresistas para la Cena Pascual.
45. Sevilla, España (1993).“Eucaristía y Evangelización”;
“Cristo luz de las naciones”. Tres días de conferencias
para más de 7000 personas. Domingo 13 de junio: “statio
orbis” presidida por Juan Pablo II, con 200 obispos, más
de 1200 sacerdotes, la familia real y medio millón de personas.
46. Wroclaw (Breslavia) Polonia (1997). “Eucaristía
y libertad”: “Eucaristía, misterio de vida y don
de libertad”. En el corazón del Este europeo la Iglesia
se postró con las necesidades de los pueblos oprimidos, en
guerra, en pobreza, subdesarrollo, odio racial, víctima de
malos gobiernos, o abusos de los medios de comunicación.
47. Roma, Italia (2000). Año Jubilar Eucarístico.
«Jesucristo, único salvador del mundo, alimento para
la vida nueva».
LOS CONGRESOS
EUCARISTICOS EN MEXICO (I)
El I Congreso Eucarístico Nacional se celebró en
1924, entre grandes tensiones por la situación política.
Dejó desbordar la devoción eucarística del
pueblo, que se preparó así para afrontar la persecución
cristera, en la cual los miembros de las sociedades eucarísticas
fueron los adalides en la defensa de la libertad religiosa.
Desde el asesinato de Madero, hubo cáos, marginación
y persecución contra la Iglesia católica. El resurgimiento
católico durante el porfiriato provocó los recelos
de los liberales. El surgimiento de un Estado totalitario ve la
fuerza moral de la Iglesia como un riesgo. Con el líder Gabino
Barreda en la educación, las presiones de la masonería
y el protestantismo, se acusa a la Iglesia de reaccionaria y antidemocrática.
La Constitución de 1917 era persecutoria, con Carranza como
Primer Jefe. Desde 1914 emprendió la persecución en
Jalisco, hasta 1918, con muchos desmanes, saqueos, destierros y
aprehensiones.
Pero el Partido Nacional Católico iba ganando diputaciones
y hasta gobernaturas. Desde principios del siglo había una
fiebre de Congresos y Semanas Sociales para atender a los problemas
sociales que el Estado no lograba resolver, con sindicatos, mutuales,
cooperativas, cajas rurales, bancas populares, arrendamientos colectivos,
y una Liga Agraria. La ACJM, fundada por el P. Bernard Bergöend
en agosto de 1913 como una confederación de los grupos de
jóvenes para instaurar el orden social cristiano, formando
cuadros para las instituciones, se difundía con fuerza, hasta
organizar su Congreso en Guadalajara el fin de año 1920,
con el lema: “Por Dios y por la Patria”.
Con Obregón la situación se hizo más tensa.
El 21 de febrero de 1921 explotó una bomba en el arzobispado
de México, y el 14 de noviembre del mismo año otra
en la basílica de Guadalupe. El 1 de mayo de 1922 unos obreros
atracaron la casa de la ACJM; un año antes habían
colocado la bandera rojinegra en la catedral de Guadalajara. El
11 de enero de 1923, el delegado apostólico Mons. Ernesto
Filippi colocó la primera piedra del Monumento de Cristo
Rey en el Cubilete, y eso ocasionó su expulsión del
país, y el encarcelamiento y multas a obispos y clérigos.
En 1924, el P. Neck dictó varias conferencias sobre el Volksverein:
una organización sin local, ni asambleas ni solemnidades,
pero funcionando como una red de personas activas, con gran obediencia
al jefe. Eso se condensaría en la Unión Popular, coordinando
las organizaciones católicas, dirigidos por Anacleto González
Flores.
El Congreso Eucarístico Nacional se realizó del 5
al 12 de octubre de 1924. Participaron todas las Provincias Eclesiásticas
de entonces. Se celebró una Misa Pontifical de apertura y
otra de clausura. Se realizaron tres asambleas solemnes, de dos
sesiones cada una, y tres asambleas generales de estudio, también
de dos sesiones cada una, con ponentes obispos, religiosos y laicos,
ya que México había participado en todos los Congresos
Eucarísticos Internacionales.
Pero la clausura, proyectada en el Teatro Olimpia, ya no pudo realizarse,
ya que los líderes gobiernistas no dejaron a los obreros
trabajar en sus servicios. A pesar de que se habían arreglado
todos los permisos y tomado los acuerdos necesarios, hubo presiones.
Se ordenó a la Procuraduría proceder contra los organizadores
del Congreso, y cesar a los empleados públicos que hayan
participado. Los obispos y sacerdotes participantes fueron consignados
ante los tribunales.
Así que el siguiente Congreso Eucarístico proyectado
ya no se pudo celebrar, no sólo por las tensiones pasadas,
sino sobre todo a causa de la persecución religiosa desatada
por Calles y el cierre de los cultos decretado por los obispos.
CONGRESOS EUCARISTICOS
EN MEXICO (II).
El II Congreso Eucarístico Nacional se celebró hasta
76 años después del primero, con motivo del Año
Santo del Gran Jubileo de la Encarnación Redentora. Se llevó
a cabo del 5 al 7 de mayo, en la Basílica de Guadalupe y
sus dependencias.
Ahora La Iglesia se postró en adoración como una
statio orbis, trayendo las necesidades de los pueblos oprimidos,
en guerra, en pobreza, subdesarrollo, odio racial, víctima
de malos gobiernos, o abusos de los medios de comunicación.
E hizo un llamado para profesar la verdad, respetar los derechos,
salvaguardar la concordia y la paz en la justicia.
Además de las ponencias, las jornadas de niños y
enfermos, se tenía adoración perpetua en la antigua
basílica ya remodelada, y se realizó la procesión
al templo expiatorio nacional de San Felipe de Jesús, cuna
y sede de la Adoración Nocturna.
No se tuvo la participación deseada de todas las diócesis,
aunque sirvió como Congreso para la Ciudad de México,
su zona conurbada, y el sector del país que de ordinario
siente su centro en la Ciudad de México.
Como el 48° Congreso Eucarístico Internacional tendrá su sede en Guadalajara, Jal., no habrá Congreso Eucarístico Nacional que le preceda, sino que el internacional asumirá ese papel, permitiendo a congresistas diocesanos participar en él.
Francisco Escobar Mireles
Hacia
el
IV Plan Diocesano de Pastoral
Entrevista al Sr. Obispo Javier Navarro Rodríguez
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