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La Madre de la culebra

OBSERVANDO A

“ LA MADRE DE LA CULEBRA ”

Acanthinodera cummingi (Hope, 1833)

La información contenida en este informe, está basada en observaciones de varios años realizadas con ejemplares en cautiverio, en un intento por documentar el ciclo de vida de este hermoso insecto

Juan Carlos González

Agradecemos la participación de cada uno de los autores

quienes aportaron generosamente sus textos, fotos y referencias bibliográficas para construir esta página

Germán Aravena - Surmágico

Juan Carlos González Salas , se define como entomólogo autodidacta y apasionado por los bichos desde los 12 años.

Correo de contacto: chileinsectos@gmail.com

Acanthinodera cummingi - Ejemplar Hembra

La hembra es prácticamente negra, mide como promedio unos 7 a 8 cm de largo, aunque hay ejemplares extraordinarios que llegan a medir más de 10 cm

La especie Acanthinodera presenta grandes diferencias de forma, tamaño y color, entre la hembra y el macho.

Esto es conocido en biología como dimorfismo sexual

Acanthinodera cummingi - Ejemplar Macho

El macho es de color pardo a café claro y mide unos 4 cm de largo.

Las medidas son tomadas desde el extremo de la cabeza ( desde las tenazas ) hasta el extremo del caparazón ( llamado élitro ) y sin considerar la longitud de las antenas

Hábitos

Postura de los Huevos

Reproducción

Los hábitos también son distintos para hembra y macho.

La hembra recorre el bosque durante el día,

El macho inicia su recorrido al atardecer y hasta las primeras horas de la noche.

Puede vérsele acercándose a las luces al igual que lo hacen los conocidos “pololos” que son los insectos nocturnos más conocidos por la población.

Con respecto a la reproducción,

podemos afirmar que el encuentro romántico

del macho con la hembra

se realiza al atardecer.

Una hembra grande es capaz de depositar unos 50 a 70 huevos. Los huevos se asemejan en forma y color a un grano de arroz. Miden unos 6 milímetros de largo por 2 de ancho como promedio

La puesta de huevos es un duro trabajo para las hembras.

Cada huevo tarda unos 4 a 6 minutos en ser depositado.

Generalmente ellas buscan un lugar con cierta humedad y depositan sus huevos en troncos en descomposición o en troncos de árboles vivos

Generalmente se les ve en los bosques de Eucaliptos, debido a la abundancia de estos bosques que han reemplazado a los bosques nativos.

También los podemos encontrar en bosques de roble, quillay y sauces.

En algunas ocasiones las hemos observado depositando huevos en terrenos con tierra de hoja formados en el suelo de grandes bosques

Para realizar este “trabajo de parto” las hembras disponen de un aparato reproductor especializado llamado ovopositor.

Este aparato puede ser extendido en forma telescópica hasta alcanzar más de 5 cm . de largo y así la hembra se asegura de dejar muy bien escondida y protegida a su descendencia

En cautiverio, las hembras mueren luego del extenuante trabajo.

No hemos documentado dos temporadas con la misma hembra.

La eclosión ( salida de las larvas )

ocurre a los 40 días.

Al salir miden unos 5 milímetros de largo

Una vez nacidas, inmediatamente comienzan a buscar la madera para comenzar a perforar y perderse en su interior.

Todo su desarrollo ocurre en el interior del tronco. Allí crece hasta alcanzar unos 13 cm . de largoEsta larva provoca gran daño en los bosques ya que las galerías construidas en el interior terminan por debilitar al árbol.

Se han visto caer eucaliptos de unos 30 metros de alto debido al daño causado por las larvas de la Acanthinodera.

Las larvas usan sus diminutas tenazas para romper el cascarón

Luego en su etapa final de metamorfosis baja del tronco hasta la base, donde sale para enterrarse a completar su cambio y luego salir convertido en adulto.

Todo este proceso desde la eclosión hasta el nacimiento a la vida adulta se ha calculado en unos 4 a 5 años.

Ver Galería Fotos

Este insecto lo podemos encontrar aproximadamente desde Coquimbo hasta Temuco. Se dice que es por el tamaño de la larva que la gente de nuestro campo lo ha asociado a las culebras, por eso se le conoce como "La Madre de la Culebra".

Es posible ver los agujeros que han dejado en el suelo al salir y que utilizan además para ocultarse durante el día

Este insecto es inofensivo como adulto. Solo hay que cuidarse de no poner las manos al alcance de sus tenazas.

Algunos especialistas lo consideran en peligro de extinción.

Esto sería una gran pena ya que estaríamos perdiendo al insecto más imponente de nuestro territorio.

Espero que este breve artículo ayude a tomar amor y respeto a esta especie y cuando lo veamos cruzando el sendero, no lo pisemos o matemos por gusto.

El conocer algo de su extenso y esforzado ciclo debe ayudarnos a considerarlo una joya más de nuestra hermosa tierra.

Juan Carlos Gonzalez S.

Juan Carlos González Salas

Apasionado por los bichos desde los 12 años, Juan Carlos se define como entomólogo autodidacta (aprendizaje por autoformación). Durante su adolecencia prestó colaboración al Museo Fonk de Viña del Mar, clasificando y manteniendo la colección de insectos del museo. 

Fanático de salir a los cerros a caminar y observar pájaros, flores y por su puesto, insectos en su ambiente natural.

Ha montado exposiciones itinerantes, sin fines de lucro, orientadas principalmente a niños de escasos recursos, en colegios, hogares de menores y hospitales (Santiago y Viña del Mar)

Correo de contacto: chileinsectos@gmail.com