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Una Entrevista con Mayra Montero

mayra montero

Mayra Montero naci� en La Habana en 1952, pero desde hace muchos a�os vive en Puerto Rico, donde ejerce el periodismo. Ha publicado varias novelas que han sido traducidas a numerosos idiomas. Entre ellas, La �ltima noche que pas� contigo, Del rojo de su sombra y Como un mensajero tuyo; todas publicadas por Tusquets Editores. Acaba de ganar el XXII premio La sonrisa vertical, para literatura er�tica, por su novela P�rpura profundo. Por este motivo, la entrevistamos a su paso por Barcelona.

 

Como si estuviera friendo un pescado:
Una entrevista con Mayra Montero
Por Marcia Morgado

Barcelona Review: �C�mo se siente una mujer al ganar un premio de literatura er�tica?

Mayra Montero: Me siento bien, pero no porque sea literatura er�tica, me siento bien porque es un reconocimiento a una obra literaria y a un trabajo que he hecho, creo que cualquier persona, hombre o mujer se sentir�a igual. Esta es una novela para la que hice mucha investigaci�n, que no me llev� mucho tiempo, pero s� mucha intensidad de escritura. La escrib� como en seis meses, pero a un ritmo muy voraginoso, de muchas horas diarias.

BR: �La escribiste con el prop�sito de presentarla al premio?

MM. S�, en este caso s�, fui finalista en 1991 con La �ltima noche que pas� contigo, y en ese caso no ten�a idea de que la iba a presentar al premio porque fue una novela que escrib� despu�s de ser finalista del Premio Herralde. Es la historia de un matrimonio de mediana edad, ya mayorcitos, que se van en un crucero despu�s de casar a su �nica hija; la novela se fue erotizando, y cuando iba por la mitad, me dije, esta novela como que es muy fuerte... y como sab�a de este certamen de Tusquets: La sonrisa vertical, pues decid� mandarla ah�. Por el tono, y por la carga er�tica, sab�a que no la pod�a mandar a una editorial convencional ni se pod�a publicar en una colecci�n convencional, as� que en ese caso s� todo fue un poco casual. Pero con P�rpura profundo s� fue deliverado. Yo hab�a empezado esta historia hace a�os, como en el 95 por ah�, y hab�a hecho parte de la investigacion, por eso la pude escribir tan r�pido, porque rescat� todas mis notas, ten�a esa investigaci�n hecha. Se me ocurri� la idea y comenz� a tomar notas, de piezas musicales, de compositores que hab�an tenido una vida as� medio rocambolesca, todo lo que iba a incorporar en la novela; entonces, estando casualmente en Madrid fallan La Sonrisa Vertical de ese a�o, y la gana un muchacho cubano de apellido Somoza, con una novela que gira en torno a un profesor de m�sica, que cuenta historias ap�crifas sobre aventuras er�ticas de compositores, y me dije, se jodi� mi novela... porque en el proyecto inicial de mi novela la trama era semejante. Me dije, no puedo escribir una cosa, que sea er�tica, de un profesor de conservatorio, que es cr�tico musical de un peri�dico, que se ponga a seducir mujeres, porque es m�s o menos lo mismo que esta novela que acaba de ser premiada... Y ya, me olvid� de eso. Escrib�, T� y la oscuridad, y Como un mensajero tuyo; entonces, estando en New York para una conferencia, coincido con Mercedes Abad, que hab�a sido jurado del premio de Somoza. En mi conferencia hablo sobre esta novela que nunca se escribi�... y cuando termino, me dice Mercedes: Oye Mayra, que esa novela de la que hablas no se parece en nada a la de Somoza... as� que escribe la tuya.Pero no le hice mucho caso. Dos a�os despu�s, en Gij�n, hable otra vez de la novela sin escribir, y entonces Beatriz de Moura me dijo lo mismo, no se parece en nada.... Pero bueno, todav�a pas� alg�n tiempo, hasta que viviendo en Atlanta, y teniendo m�s tiempo para escribir, me dedic� a retomar el proyecto. La dise�� como una novela no muy extensa...cambi� las historias ap�crifas, las hice m�s breves, al principio la carga de la novela estaba en estas historias ap�crifas que el personaje hace para seducir a las mujeres. Eso cambi�.

BR.�T� crees que las mujeres necesitan historias para ser seducidas?

MM. Pues yo creo que s�. Un poquito de historia s� necesitan. Pero no s�lo las mujeres, tambi�n los hombres...

BR.�Qu� tipo de historias?

MM.Pues algo que estimule la imaginaci�n. Yo creo que la seducci�n se basa en la imaginaci�n. En la imaginaci�n del que seduce y en la imaginaci�n del seducido.

BR.Parece haber una din�mica diferente en el libro entre las relaciones del personaje principal, Agust�n, con hombres y mujeres...

MM.�T� crees?

BR. Bueno, la relaci�n de Agust�n con el pianista tiene un rango diferente...

MM. S�, tambi�n porque son dos hombres... y me parece importante en la novela cuando �l le dice a Sebast�an... "no soy ning�n maric�n".

BR. Pero tiene una tendencia homosexual bastante fuerte...

MM. S�, lo es, lo es... pero a�n as� le dice que no es maric�n... No creo que estas diferencias que t� se�alas hayan sido deliveradas. Surgieron del hecho de describir relaciones entre hombres, que me imagino que son un poco diferentes...

BR. Estructuralmente, La �tima noche que pas� contigo, tu otra novela er�tica, es mucho m�s compleja que esta, �lo hiciste a prop�sito...?

MM. No. S�, tienes raz�n, era mucho m�s compleja, hab�an m�s voces, aqu� es s�lo un hombre contando sus historias, desde el punto de vista de la estructura esta es mucho m�s sencilla... pero a la vez tiene la complejidad de toda la reflexi�n que hay en ella... quiz�s porque ahora soy m�s vieja... eso no estaba en La �ltima noche que pas� contigo.

BR. El que el narrador sea un hombre: Agust�n, �fue un recurso para enfatizar la distancia entre t�, Mayra Montero, y el personaje que est� narrando?

MM. No, tampoco fue deliverado. Alguien me dijo... �es que no hay cr�ticos musicales que sean mujeres? Y yo estoy segura que hay un mont�n, pero da la casualidad que en Puerto Rico no hay ninguna... que yo recuerde. Yo leo mucho cr�tica musical, y casi toda est� hecha por hombres, quiz�s eso influy�. Me pareci� mejor para la historia, la trama, esto de estar seduciendo. En una mujer se da de distinta manera. Una mujer que va a entrevistar a un virtuoso no va siempre con esa obsesi�n de llev�rselo a la cama...

BR. �T� crees que los hombres son m�s, sexualmente obsesionados que las mujeres?

MM. No que sean m�s obsesionados... pero s� m�s lanzados. No s�, el caso es que lo conceb� como un hombre...

BR. Hay una cierta sensibilidad en Agust�n, llegado el momento sexual, hacia zonas er�genas que son preocupaciones fundamentalmente de las mujeres... �lo hiciste para feminizar al personaje?

MM. No, pero si t� me lo dices... porque yo he sostenido en las entrevistas que no est� presente el punto de vista femenino... ahora si t� me dices cuales son esas preocupaciones...

BR. Por ejemplo, los hombres no se preocupan tanto, digamos, por acariciar los senos...

MM. Yo no lo veo as�, creo que los hombre siempre le quieren agarrar las tetas a las mujeres...

BR. Hay una enorme diferencia entre agarrar las tetas y acariciar los senos.

MM. Bueno, pero recuerda que �l es un hombre fino, delicado... de sensibilidad extremada... un hombre mayor...

BR. Dijiste en una entrevista que hab�as comenzado tu exploraci�n en el mundo de la m�sica en Cuba, de manos de dos amigos... �c�mo fue?

MM. Yo ahora ni me acuerdo de c�mo los conoc�, yo era una ni�a... Ninfa y Juan Pi�era, un hermano del escritor Virgilio Pi�era...yo tendr�a trece a�os. Ninfa es una connotada pianista. Cog�a un autobus e iba a verlos, ibamos a conciertos, me aconsejaban lecturas... As� fue que escuch� tocar a un pianista australiano que se parece mucho al personaje de mi novela, un hombre alto, muy temperamental, apasionado. Rescat� ese recuerdo. Era muy divertido, porque Ninfa y yo nos enamor�bamos de los m�sicos de la orquesta y de los solistas y de los pianistas... Todo ese ambiente lo viv� en la ni�ez, pero claro, no pude hacer nada entonces, pero ahora en la novela me he desquitado...

BR. �Has tenido relaciones er�ticas con m�sicos?

MM. No, desgraciadamente...

BR. �Por qu� desgraciadamente?

MM. Bueno porque pienso, en eso s� comparto el punto de vista del personaje de mi novela, que es importante dominar un instrumento musical, y que tiene una gran sensualidad la cuesti�n de dominar un instrumento, de hacer m�sica a partir de un instrumento.

BR. �Crees que el sexo con un virtuoso de alguna forma te acerca a la m�sica... ese contacto f�sico?

MM: Yo creo que s�.

BR. Comenzaste ese v�nculo con la m�sica cuando eras ni�a, cu�ndo comenz� tu v�nculo con la literatura..

MM. Tambi�n en la infancia, escrib�a cuentos, en la escuela... y comenc� a leer much�simo. Desde que estaba en Cuba. As� comenz�. Hab�a un gran ambiente cultural a fines de los sesenta, en la Habana; todos los escritores que pasaban por Cuba, Cortazar, Garc�a M�rquez, el boom latinoamericano completo, hab�a una efervecencia, te encontrabas en las librer�as a Benedetti, a Roa Bastos, a Cort�zar; hab�a que leer, eramos un poco pedantes, pero a la larga esa pedanteria desapareci� y qued� el amor por la literatura.

BR. �Cu�l fue la primera lectura que te marc�?

MM. Yo creo que no fueron novelas. Lo primero que me marc� fueron cuentos, los de Poe, los Diarios de Ana Frank, me impactaron mucho tambi�n. Ya despu�s, a pesar de ser una novela dif�cil y de que la le� muy joven, El Siglo de las luces de Alejo Carpentier. Claro que hab�an muchas palabras que quiz�s no pod�a entender pero me quedaba la historia.

BR. �Tuviste tus primeras relaciones sexuales en Cuba?

MM. No, fuera de Cuba. No me vayas a preguntar con qui�n...

BR. �M�sicos!

MM. Ja ja ja...

BR. Hay en Europa una especie de morbo acerca de todo lo cubano, y especialmente acerca del erotismo, de la sexualidad cubana. �Crees que es una exageraci�n o los cubanos son buenos amantes?

MM. Yo creo que es una moda, de lo que despu�s quedar� lo mejorcito... vino un poco a destiempo, yo creo que esto debi� ocurrir hace a�os. Cuba hab�a estado relegada por mucho tiempo. Estuvo mucho tiempo olvidada la literatura, la m�sica, las artes pl�sticas cubanas. Y hab�a muchos artistas trabajando, m�sicos, escritores, que segu�an trabajando, form�ndose... y ahora aqu� se est�n dando cuenta de lo que se hab�an perdido. Claro, en el tumulto, viene mucha literatura, mucha pintura y mucha m�sica que a lo mejor no vale gran cosa. Porque en esa corriente grande que viene de Cuba, y cuando digo Cuba digo la Cuba completa, de adentro, de afuera, en general. Hay mucha cosa que no vale la pena. Pero al final quedar� lo mejorcito. Es c�clico, durar� unos a�os esta moda, y despues quedar� lo mejor, como en todo...

BR. �Te consideras una cubana que escribe desde Puerto Rico, o una escritora puertorrique�a?

MM. Yo me siento una puertorrique�a que escribe desde Puerto Rico.

BR. Ahora acaban de publicar aqu� la primera novela de Mayra Santos Febles...

MM. Ah, ya sali�... ella es amiga m�a...

BR. �T� eres puertorrique�a como Mayra?

MM. No, no soy puertorrique�a como Mayra.. porque ella tiene unas ra�ces puertorrique��simas, de su formaci�n, y es otro mundo, hay una brecha de a�os, yo tengo 47 y Mayra 33 o 34. Ella es de la nueva promoci�n de escritores puertorrique�os. O sea, que ni siquiera estamos en la misma generaci�n... yo soy del grupo de Ana Lydia Vega, Rosario Ferr�, Luis Rafael...estamos en otra onda diferente... pero yo vengo de otro mundo. Hace poco, despu�s de la marcha a favor de Vieques, estaba almorzando con algunos de ese grupo y me llam� mucho la atenci�n que hablando de Santurce, conoc�an al dedillo la zona y yo me sent�a ajena, no sab�a ni de qu� estaban hablando. Yo comparto cosas con Leonardo Padura, o Abilio Est�vez. Compartimos muchas experiencias comunes, de crecer en Cuba en los a�os sesenta. Las pel�culas de Mifune...

BR. As� que t� ve�as a Zato Ichi...

MM. Ah s�, pero a mi no me gustaban mucho esas...

BR. S�lo los cubanos que crecieron en la isla en ese tiempo conocen esas pel�culas...

MM.Compartimos las mismas cosas, las mismas tragedias, los mismos problemas con ropa, con zapatos...porque fue la �poca de los a�os duros, de la miseria.

BR. �M�s duros que el Per�odo Especial?

MM. Pues no s�, yo el per�odo especial no lo viv�. Pero era muy duro, lleg� un momento en los a�os 64, 65, recuerdo que yo y mi hermana hac�amos una sombra para los ojos con desodorante en crema y le ech�bamos pintura de nevera... e invent�bamos cosas para cambiar los zapatos que todos eran iguales. Todo el mundo con los mismos zapatos, con las mismas telas... y pasamos un mont�n de privaciones, eso es verdad. Y bueno, lo que te quer�a decir es que yo comparto recuerdos con otros escritores cubanos, ra�ces, cierta emoci�n de las cosas, cuestiones est�ticas, cine.

BR. Sin embargo te sientes puertorrique�a.

MM. S�, porque son 28 a�os ya, llegu� muy jovencita y decid� integrarme a la sociedad puertorrique�a. Luego, empiezas a trabajar y empiezas a lidiar con los problemas del pa�s. Mi vida gira en torno a Puerto Rico, mis amigas, todo tiene que ver con Puerto Rico, los escritores con los que crec�. Era mi mundo y sigui� siendo mi mundo. Hasta ahora. All� he hecho yo periodismo, lo sigo haciendo. Y he escrito todas mis cosas all�.

BR. �Cuando has vuelto a Cuba te sientes que eres una puertorrique�a que visita Cuba?

MM. Me siento muy rara. No s� qu� me siento... muy rara. Paso momentos buenos, la familia, amigos, pero siempre tengo esta angustia, esta pena y quiz�s es tambi�n los problemas que tengo para viajar, de que no pueda coger un avi�n en San Juan e ir a La Habana, directamente. Pero es todo un l�o, hay que coger un avi�n a Panam�, hay que pedir una visa.Todo es demasiado complicado y a veces prefiero pasar por alto un viaje.

BR. Regresemos a la literatura. Normalmente la literatura er�tica suele ser bastante aburrida... porque es algo mec�nico, que apenas toca la oscuridad del sexo.

MM.Novela pornogr�fica.. yo hago esa distinci�n... Mendicutti dec�a el otro d�a que �l no ve distinci�n entre la pornograf�a y el erotismo. Y se coment� algo que hab�a dicho no s� qui�n... que "el erotismo es el preservativo de la pornograf�a". Yo no s�. Yo creo que todo puede decirse con calidad, con arte, con elegancia.Tu puedes contar los horrores m�s grandes sin caer en palabras soeces, en descripciones ordinarias, sin insistir en el sexo por el sexo. El erotismo para mi es una manera de profundizar en la sicolog�a, en el car�cter de los personajes. Y que me ayuda a delinearlos mejor. Y lo uso en una novela ahora, pero a lo mejor no lo uso m�s en veinte a�os.

BR. Algunos dicen que la gran prueba de la literatura er�tica es conseguir que el lector se sienta sexualmente excitado...

MM: Yo creo que no. El otro d�a me preguntaron si me excitaba escribiendo. Yo respond�: no m�s que otras veces. Los cap�tulos m�s terribles, los he escrito con frialdad...supongo que sucede lo mismo a actores que hacen escenas de amor, de cama; t� est�s tan preocupado por lo que est�s haciendo profesionalmente, que no te queda tiempo para otra cosa... tengo que estar pendiente de las palabras, del oficio... lo escribo con frialdad, como si estuviera friendo un pescado.

BR. O sea que no te pasaste todo el tiempo erotizada...

MM. No, imag�nate, con la lengua afuera no...

BR. Que planes tienes ahora....

MM. Pues mira, no tengo ning�n plan literario ahora. Estoy sac�ndome del cuerpo esto, que lo estuve editando... porque acu�rdate que desde que se falla, que es el d�a dos de febrero, a que se publica en un mes, mes y pico, tengo que dedicarme a editar. Escribir escribo siempre, porque siempre estoy en el peri�dico escribiendo.

BR. O sea que ahora vas a descansar...

MM. Bueno, m�s o menos, voy a Estados Unidos a presentar La �ltima noche que pas� contigo que sale en ingl�s, bajo Harpers&Collins. Pero antes voy a descansar un poco, ir a la playa...

BR. Una pregunta final... dices en uno de los �ltimos cap�tulos que tocar trompa es como cometer felacio... �de verdad crees que ese metal fr�o es comparable a un falo en plena erecci�n?

MM. No, lo que pasa es que no me refiero al metal, sino al ejecutante; ah� me refiero a la pasi�n, a la dedicaci�n, al sentimiento qe pone el ejecutante, no me refer�a al metal, obviamente... pero de todas maneras es un divertimento, una broma. Para dar un toque er�tico, yo he visto a los interpretes, estuve en el estudio, con el profesor de trompa del conservatorio... y ellos tocan con mucho sentimiento. Tuve que investigar qu� dedos usan... pero no, es una broma, no s�, para darle una salsita....


>>Extracto de la  novela P�rpura profundo