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Trump y la cruzada contra América… y contra el mundo

  • ️Ernesto Ekaizer
  • ️Sun Mar 23 2025
James Boasberg.

James Boasberg.

"El poder de la política radica en crear una narrativa convincente que moldee la percepción de la realidad de la gente".

"No manteníamos ninguna lealtad, sentimental ni de ningún otro tipo, hacia esos países del Viejo Mundo en los que nunca hemos sido bienvenidos y a los que no tenemos intención de regresar jamás".

"¡Hitler en América! —gritaban los vecinos—. ¡Fascismo en América! ¡Tropas de asalto en América! Después de pasar la noche sin dormir, no había nada que estos desconcertados ancianos nuestros no pensaran ni nada que no dijeran en voz alta, al alcance de nuestro oído, antes de empezar a regresar a sus casas (donde las radios seguían a todo volumen). Los hombres, a afeitarse, vestirse y tomar un café antes de ir a trabajar, y las mujeres, a vestir, alimentar y preparar a sus hijos para el día".

'La conjura contra América', Philip Roth, 2004.

"Cuando veo un pájaro que camina como un pato y nada como un pato y grazna como un pato, llamo a ese pájaro pato".

'James Whitcomb Riley' (Indiana, Estados Unidos,1846-1916)

A sesenta y tres días de la presidencia de Donald J. Trump el test de sentido común más elemental, y muy americano, es el que se atribuye al poeta y escritor americano del siglo XIX, la llamada prueba del pato. Y se ponga como se ponga, la conclusión es que desde la primera hora Trump ha puesto en marcha una presidencia dictatorial, conspiranoica y antijurídica. Pero no solo como tituló su novela de 2004 el gran novelista neoyorquino Philip Roth, 'La conjura contra América', sino lo que se podría llamar 'La cruzada contra América y el mundo'. Cojan ustedes esa novela, la unen a 'American Psycho', de Bret Easton Ellis, 1991, y a '1984', la obra de George Orwell, 1947/48, y llegan a través de la ficción a la realidad palpitante actual.

El pasado viernes, día 21 de marzo, el juez federal principal del tribunal de distrito de Columbia, en Washington, James Boasberg, rechazó en una audiencia retirar una orden emitida el 15 de marzo pasado con la que paralizaba la deportación de 261 inmigrantes venezolanos basándose en las leyes de Extranjería y Sedición (Alien and Seidtion Acts) aprobada por el Congreso de Estados Unidos en 1798.  

Dicha orden fue ignorada por la Administración Trump, que, en lugar de respetar el procedimiento ordinario de expulsión, los envió en varios vuelos a El Salvador, con el argumento de que la mitad de ellos pertenecen a la banda criminal del Tren de Aragua (ex empleados de la construcción del ferrocarril).

Los aviones aterrizaron en destino después de la orden del juez y, según los datos examinados en el tribunal, al menos uno de los aviones despegó del aeropuerto de EE.UU después de que el Departamento de Justicia recibió la orden del juez.

La respuesta de Trump

Trump atacó al juez tres días más tarde con un mensaje en su cuenta de su propia red social Truth Social.

“Este radical lunático izquierdista de juez, conflictivo y agitador que fue tristemente nombrado por Barack Hussein Obama…Solo estoy haciendo lo que los electores quieren que haga. El juez, como muchos de los jueces torcidos ante los que tenido que comparecer, debe ser destituido porque no fue elegido presidente, no GANÓ el VOTO popular (¡por mucho!, no GANÓ LOS SIETE ESTADOS DE TENDENCIA ELECTORAL INCIERTA, NO GANÓ 2.750 contra 525 CONDADOS, ¡NO GANÓ NADA! HAGAMOS AMÉRICA GRANDE NUEVAMENTE”  

Elon Musk, el hombre más rico del mundo, la sombra del presidente Trump se hizo eco enseguida: “Esto es un golpe judicial. Necesitamos 60 senadores para destituir jueces y restablecer la ley del pueblo”.

El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, salió al ruedo: “Durante más de dos siglos se ha asumido que la destitución no es una respuesta adecuada al desacuerdo respecto de una decisión judicial. El proceso normal de revisión mediante la apelación existe para ese fin”.

Roberts forma parte de la mayoría trumpista que controla el Tribunal Supremo. Y, en rigor, le estaba diciendo a Trump que no tenía por qué ponerse así, en evidencia. 

Tampoco Boasberg, que mantiene amistad con Roberts, se ha caracterizado por ser un adversario de Trump. Nombrado, por George W. Bush, fue Boasberg quien dictó sentencias bastante suaves contra los asaltantes del Capitolio el 6 de enero de 2020, cuando Trump instó a sus simpatizantes de MAGA (el movimiento Hagamos América Grande Nuevamente) a desconocer los resultados electorales.

En la vista del viernes pasado, el juez Boasberg advirtió que el Departamento de Justicia le había respondido con escritos que utilizan “el tipo de lenguaje intolerante e irrespetuoso que no estoy acostumbrado de escuchar de la Administración”. Señaló que la aplicación de la ley de 1879 es “increíblemente conflictiva y preocupante. Y se preguntó: “¿Por qué han sido ejecutadas [las deportaciones] esencialmente en la oscuridad? Han eludido sus obligaciones de proporcionar información, calendario y destinos de las deportaciones. ¿Cómo vamos a trabajar?¿Cuál es el papel del tribunal de que los individuos no están erróneamente clasificados como miembros del Tren de Aragua? ¿Qué pasa si alguno no es miembro de la banda, cómo van a recurrir su expulsión?”.

Una de las pruebas utilizadas por los agentes de Inmigración y Aduanas para expulsar a los inmigrantes venezolanos ha sido que muchos de ellos llevaban tatuajes de rosas, coronas y cruces.

Situación de gravedad

El juez Boasberg explicó al representante al abogado Drew Ensign, que representaba en la vista al fiscal General del Estado, la gravedad de la situación creada: “¿El presidente puede declarar una invasión por parte de China si barcos pesqueros chinos se encuentran simplemente frente a la costa de EE.UU? Si el presidente invoca la Ley de Extranjería y Sedición, ¿puede detener y deportar a todos los pescadores de descendencia china que residen en el país?

El abogado respondió: “En efecto, esa es la posición del gobierno, el presidente puede adoptar esa decisión”

Boasberg no se echó atrás: “Si los tribunales no pueden revisarlo, entonces el presidente puede decir que cualquiera está invadiendo Estados Unidos”.

Con todo, el juez machacó: “¿Ha entendido usted mi orden del 15 de marzo? ¿Ha entendido mis instrucciones de que vuelvan los aviones a EE.UU?" El representante del fiscal General del Estado admitió que entendía que el intento del juez era que los aviones debían dar la vuelta antes de aterrizar en El Salvador. Esta posición supuso un giro del Departmento de Justicia porque tras la orden del 15 de marzo sostuvieron que cuando conocieron la orden del juez los vuelos ya habían abandonado el espacio aéreo de EE.UU.

Habrá que ver si el juez acusa de desacato a la Administración por violación de sus órdenes.

Nos hemos detenido en este “incidente” porque es significativo de la orientación de Trump. La persecución de sus “enemigos de dentro” de EE.UU, contra miembros del Departamento de Justicia, abogados y fiscales, que denunció como corruptos, ya ha comenzado después de su discurso -el mismo 15 de marzo- en dicho ministerio.

La cruzada interna -deportaciones, represión de ciudadanos con cartas verdes en regla que han protestado contra el genocidio en Gaza y corte de financiación a universidades como Columbia- ha sido complementada con la cruzada externa de los aranceles -Europa, China, Canadá y Mexico- que ya está provocando la inestabilidad en Wall Street y en los mercados mundiales.